Un parque móvil cada vez más envejecido sin la ITV al día, conductores que se ponen al volante con su coche pese a carecer de seguro y vehículos dados de baja de manera temporal pero que siguen circulando por las carreteras españolas e incluso en el extranjero... Es la radiografía de un fenómeno creciente, el de los llamados coches zombis, que ha obligado a la DGT a emprender reformas legales para atajar este tipo de infracciones con las que muchos intentan eludir las cargas administrativas y fiscales que conlleva tener su coche dado de alta en Tráfico para poder circular. Para ello, el departamento que dirige Pere Navarro ha aprobado la reforma del Reglamento General de Vehículos, por la que las bajas temporales estarán limitadas a tan solo un año y además la DGT podrá dar de baja automáticamente a aquellos turismos, furgonetas, camiones o maquinaria agraria que no hayan estado asegurados o hayan superado la ITV durante los últimos diez años.

Tráfico también aplicará la baja definitiva a vehículos por traslado a otro país —en Galicia se han detectado camiones procedentes de empresas del transporte de Levante que tras dar de baja a su flota los rematriculan en países del Este— y obligará a pasar una ITV para aquellos que, tras sufrir un accidente grave, sean declarados siniestro total y su titular tenga la intención de seguir circulando con él o transferirlo a un tercero.

El origen de los coches zombis está en la crisis de 2008. La recesión llevó a miles de conductores a dejar de pagar el seguro y a no acudir a las revisiones de la ITV, en especial de aquellos utilitarios con los que no se circulaba de manera diaria. Pero muchos de esos vehículos en mal estado y sin póliza no se quedan en el garaje parados, sino que son utilizados de manera habitual o esporádica por sus propietarios. Se desplazan a las fincas, circulan por montes y corredoiras para no desgastar sus vehículos habituales o se acercan al centro del pueblo o a otros limítrofes. Algunos incluso se atreven a circular por carreteras convencionales, —las más peligrosas, con más del 90% de los accidentes de tráfico mortales ocurridos en la red viaria gallega— arriesgándose a multas, pero sobre todo poniendo en peligro su vida y la de otros usuarios. En Galicia, además de turismos y furgonetas sin seguro o ITV, abundan los tractores y remolques sin papeles que siguen en servicio o guardados sin uso alguno.

Los datos de la DGT reflejan la picaresca de muchos conductores para tratar de eludir el pago del impuesto de circulación, la ITV y el seguro. Desde 2004 se duplicaron las bajas temporales de vehículos en el conjunto del país, pasando de apenas 61.000 a más de 132.000 en 2019, según los últimos datos disponibles.

Pero a partir de ahora, aquellos vehículos que hayan sido dados de baja de manera temporal tendrán el plazo de un año, si transcurrido ese tiempo el titular no ha solicitado una prórroga, el turismo, furgoneta, moto, camión o maquinaria agrícola afectado volverá a estar en situación activa y, en consecuencia, generará las obligaciones administrativas y fiscales que correspondan, tales como el pago del impuesto de circulación. La prórroga podrá solicitarse en la Jefatura de Tráfico como máximo dos meses antes de la fecha de finalización de la baja temporal.

Una baja temporal permite sacar de la circulación un vehículo durante un tiempo máximo de un año, aunque se puede prolongar las veces que sea necesario. Este procedimiento está reservado para vehículos que van a estar parados durante un periodo largo en una propiedad privada como, por ejemplo, un garaje. No pueden permanecer estacionados en la vía pública porque para ello se exige seguro e ITV. En este caso la DGT no actuará de oficio para sacar el vehículo de la circulación ya que está en periodo de descanso.

A diferencia de la baja temporal, que es reversible pudiendo usarse el coche de nuevo nada más darlo de alta, la baja definitiva es irrevocable ya que es la recomendada para vehículos que han llegado al final de su vida útil o para los que vayan a formar parte de museos o exposiciones.

Las alarmas en Tráfico sobre el posible fraude en las bajas temporales de vehículos saltaron en 2019, tras el repunte de estos trámites. Hoy en día este tipo de bajas en España se sitúan en unas 700.000 anuales. De ellas, la mitad son de carácter temporal. Es un volumen muy superior al apenas 5% que suponía este mecanismo temporal sobre el total hace cinco años.

Las pesquisas abiertas confirmaron la existencia de estos llamados coches zombis, que siguen circulando tanto en carreteras españolas como en el extranjero pese a haber sido dados de baja de manera temporal. E incluso, se detectaron desguaces que no siguen los trámites pertinentes y colocan las piezas en el mercado negro. Y es que un desguace ha de tramitar una baja definitiva y debe seguir un protocolo riguroso de achatarramiento, que garantice que el vehículo no pueda regresar a la circulación y que además respete las normativas de tratamiento de residuos.