Tráfico no dará tregua este verano a las infracciones en carretera. Coincidiendo con el operativo especial de vigilancia de la velocidad al volante, un factor concurrente en uno de cada cuatro accidentes de tráfico mortales ocurridos en la red viaria de la comunidad, las patrullas de la Guardia Civil también tendrán este verano en el punto de mira a motocicletas y ciclomotores ante el aumento de la movilidad con este tipo de vehículo y el repunte de la accidentalidad, un balance que ha hecho saltar las alarmas en la DGT y el Sector de Tráfico en Galicia y que esperan revertir con este refuerzo en la vigilancia que comenzó el pasado 1 de julio y que se prolongará hasta el 30 de septiembre.

Los fines de semana de buen tiempo y las vacaciones de verano son el periodo negro para este tipo de vehículos, que con el buen tiempo salen más a carretera. La vigilancia durante la época estival se centrará en las carreteras secundarias, las más transitadas por los motoristas. Las vías convencionales interurbanas y las zonas costeas son las que registran un mayor número de motoristas fallecidos en accidente. En 2019 —último año de referencia sin 2020 por su excepcionalidad en términos de movilidad a causa de las restricciones impuestas por el estallido del COVID— se produjeron en la red viaria del país 36.143 siniestros con víctimas en los que se vieron implicados motos o ciclomotores. Un total de 466 usuarios (conductores o acompañantes) murieron, la cifra más alta desde el año 2010.

Durante este operativo especial de vigilancia, el Sector de Tráfico en Galicia detectó en la localidad coruñesa de Muros, en la AC-550, a un motorista que circulaba con presencia de cocaína y cuyo vehículo presentaba deficiencias técnicas, como carecer de espejos retrovisores. Conducir tras haber consumido alguna droga conlleva la detracción de seis puntos y una sanción económica de mil euros.