Más de 470.000 herederos gallegos se beneficiaron de las exenciones fiscales aprobadas por la Xunta en 2016, por las que cualquier contribuyente que reciba un legado en línea ascendente y descendente (padres-hijos, abuelos-nietos y cónyuges) por un valor inferior a 400.000 euros, importe elevado al millón de euros el año pasado, tiene una factura fiscal de cero euros. Pero estos beneficios fiscales tienen los días contados con la reforma diseñada por Hacienda, con la que se propone establecer a partir del próximo año un tipo fijo para todas las comunidades y así acabar con la brecha tributaria entre territorios. El ahorro de los contribuyentes gallego da cuenta del alcance de las rebajas fiscales en Galicia, ya no solo en el impuesto de Sucesiones, sino también en el de transmisiones patrimoniales: hasta 136 millones en 2020, según datos de la memoria de actividad de la Axencia Tributaria de Galicia (Atriga). La previsión de la Consellería de Facenda era que el impacto de la reforma para herencias se percibiese este año, tras la ampliación de las bonificaciones a legados de hasta un millón de euros (excluida la vivienda habitual).

Desde que se aplican estas bonificaciones fiscales, que en el caso de Sucesiones afectan al 99% de legados de familiares directos, el impacto en el bolsillo de los contribuyentes ha seguido una tendencia al alza. Así en 2020, las arcas autonómicas dejaron de ingresar un 22,5% menos que el ejercicio anterior, al pasar de un ahorro para los contribuyentes de 111 millones en 2019 a 136 el año de la pandemia.

A lo largo del año pasado, la Atriga recaudó 540,5 millones de euros, un 9,1% menos que el ejercicio anterior, un balance que el organismo autonómico atribuye “principalmente a las rebajas fiscales aplicadas en 2020, las alteraciones en los plazo tributarios o a los efectos de la pandemia sobre la actividad económica”.

Uno de cada cinco contribuyentes —43.125 familias—, según detalla Facenda, se benefició de la suspensión de los plazos de presentación de las autoliquidaciones de Sucesiones y Transmisiones Patrimoniales así como los tributos del juego —del 14 de marzo al 11 de noviembre de 2020— con el objetivo de “proporcionar a la ciudadanía facilidades para cumplir con sus obligaciones tributarias”. En paralelo, la Atriga concedió un total de 2.003 aplazamientos de impuestos por casi 13 millones.

El informe de actividad del organismo tributario revela que el 96% de las autoliquidaciones revisadas fueron correctas. Este indicador es superior al del ejercicio anterior —el 94,2% de autoliquidaciones no necesitaron correcciones—, por lo que se confirma que la mayoría contribuyentes en Galicia atienden sus obligaciones fiscales de manera correcta.