Ocho años después del accidente del tren Alvia que en Angrois acabó con la vida de 80 personas y dejó más de 140 heridos, la Plataforma Víctimas Alvia 04155 se manifestó ayer en Santiago para “recordar” a las víctimas del suceso y pedir “justicia y verdad”, así como “una investigación independiente”.

Los manifestantes —un centenar— salieron de la estación de ferrocarril compostelana y recorrieron las principales calles de la ciudad al grito de “No están olvidados, están muy presentes; investigación independiente” o “Blanco, Pastor, nunca dejaréis de oír nuestra voz”.

Algunos de los asistentes portaban además pancartas y carteles en los que señalaban directamente a los exministros de Fomento del Gobierno estatal José Blanco (PSOE) y Ana Pastor (PP) como responsables. Sobre las doce horas, la comitiva llegó a la plaza do Obradoiro, donde peregrinos y turistas los recibieron entre aplausos y vítores.

“Después de ocho años no hemos conseguido nada, nos cierran la puerta porque no quieren que se sepa la verdad”, lamentó Ramón Buitrago, miembro de la asociación y hermano de una de las fallecidas, que se ha encargado de leer el manifiesto de la concentración.

“La de Angrois fue la tragedia ferroviaria más grande de la democracia” y los familiares hemos denunciado reiteradamente que no se trató de un fallo humano como única causa, sino que el accidente fue consecuencia del comportamiento negligente de Adif, Renfe y Fomento”, dijo Buitrago, que destacó que el pasado mayo, el fiscal ratificó lo dicho por el juez y la audiencia encargados del caso, “que la línea no era segura”.

“El accidente no habría sucedido si Adif hubiera gestionado el riesgo de exceso de velocidad, un riesgo que hacía la línea vulnerable al fallo humano”, aseveró, al tiempo que insistió en el interés por parte de las instituciones de “culpabilizar al último, y más débil, eslabón de la cadena: el maquinista”.

En este sentido, la plataforma señaló directamente a los exministros Blanco y Pastor, de los que han dicho que “no asumieron sus responsabilidades y optaron por el camino más fácil e indigno, basado en culpar al maquinista y en contaminar a la opinión pública”. Además de las consecuencias penales, durante los últimos ocho años, advierten, “se han ido conociendo hechos y conductas muy graves que, aunque nunca se juzgarán en tribunales, sí deberían tener consecuencias políticas”.

“José Blanco publicitó a bombo y platillo que la línea contaba con los sistemas de seguridad necesarios que habrían evitado el accidente, y quedó demostrado que no era verdad. Siendo ministro, autorizó el cambio en el proyecto original que suprimía el sistema de seguridad en el tramo más peligroso, el de Angrois, donde aparece una curva después de una larga recta”, sentenció Ramón Buitrago.

Sin embargo, para la plataforma de víctimas del accidente, Pastor “ha sido la persona que más ha trabajado desde las instituciones públicas para ocultar la causa de la tragedia”. Así, cuestionaron, la ministra popular “prometió, en privado y en sede parlamentaria, una investigación técnica independiente y plena colaboración justicia; y mintió a las víctimas y a todos”.