Ni las campañas de vigilancia ni las multas logran disuadir a quienes se ponen al volante tras haberse tomado una copa de más o haber consumido alguna sustancia psicotrópica. El binomio alcohol-conducción no se ha logrado erradicar y, por el contrario, el consumo de drogas, lejos de controlarse, va a más año tras año en las carreteras gallegas. Aunque en el año de la pandemia se ha logrado reducir la tasa de conductores y peatones fallecidos con presencia de alcohol, drogas y/o medicamentos en su organismo (uno de cada cuatro frente al 40% del ejercicio anterior), resulta alarmante la cantidad de sustancias ingeridas pese a que por todos los usuarios son conocidas las nefastas consecuencias.

La memoria de 2020 del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) revela que de las 104 autopsias realizadas a fallecidos en accidentes de tráfico el año pasado en la comunidad —incluye no solo las víctimas en carreteras interurbanas, sino también en vías urbanas y pistas— 27 dieron positivo en alcohol, drogas o medicamentos, lo que supone el 26% del total. Pero lo que resulta más preocupante, y sobre lo que incide el informe, es que un total de 12 —casi la mitad de los casos analizados por los forenses— presentaban tasas superiores a 2 gramos de alcohol por litro de sangre.

“De acuerdo con la literatura médico legal, estas cifras se corresponden con una intoxicación etílica sintomática, con independencia de la tolerancia de los sujetos”, recoge la memoria del Imelga presentada ayer, que además advierte de que en otros tres casos se superaban los 3 gr/l, lo que “indica una intoxicación muy grave”. En otros tres casos, la tasa revelada era inferior a la permitida para conductores en general (0,5 gr/l) y en los 10 positivos restantes, el consumo detectado se situaba entre el límite legal y los 2 gr/l.

El alcohol se sitúa como la droga más consumida, tal y como revelan las autopsias da conductores y peatones realizadas por los forenses el año pasado en Galicia. De los 27 fallecidos en los que hubo hallazgos toxicológicos, 17 tenían presencia de alcohol en sangre (el 63% del total) y otros seis drogas (22%). Pero otros tres habían consumido no solo alcohol sino también drogas y uno había combinado drogas y psicofármacos.

Radiografía de los siniestros

El informe confirma que la mayoría de víctimas en accidentes de tráfico en Galicia son hombres: 77 fallecidos, el 73% del total. Asimismo, la diferencia entre sexos no se limita solo a la cifra, sino que también se traslada a las modalidades del siniestro. La mayoría de las mujeres fallecieron por causa de atropellos o circulaban como ocupantes, ya que las conductoras solo fueron 27% de las víctimas (un total de 27).

Por edades, el mayor volumen de accidentes de tráfico con fallecidos en el caso de los varones se concentra en la franja que va de los 15 a los 19 años, mientras que en las mujeres, la mayor siniestralidad se produce entre los 35 y 39 años. El informe destaca que la víctima de menor edad en las carreteras gallegas era un menor en la franja de edad de 10 a 14 años y la de más edad, una mujer que superaba los 100 años.

Por meses, julio concentró el grueso de los accidentes mortales (14), junto con septiembre y diciembre (13 en cada caso). En el extremo opuesto está abril, el mes con menos fallecidos debido al estado de alarma (2).