El 21 de junio comenzó el verano. El calendario marca el cambio de estación, pero la situación meteorológica en Galicia está alejada de las temperaturas que suele alcanzar el mercurio en esta época del año. La entrada de sucesivas borras y el vaivén de temperaturas con continuas masas de aire frío han dejado atrás un julio que pasará al álbum de estas vacaciones con más fotografías con chaqueta y zapato cerrado que con bañador y sandalias. Este séptimo mes del año fue el más frío desde 2012, con una temperatura media de 19 grados, un valor más propio de primavera que del verano y que supone una anomalía de -0,66º respecto al período de referencia para el conjunto de la comunidad.

“Inestable e irregular”, con “frío en las regiones atlánticas, seco y con pocos días soleados”. Así resumió ayer la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, el tiempo que caracterizó a Galicia el pasado mes de julio en la presentación del balance de MeteoGalicia. La media de las temperaturas máximas y mínimas se quedan por debajo de los valores normales para esta época del año: 23,2° en las diurnas y 12,4° en las nocturnas. En cualquier caso, las temperaturas alcanzaron medias normales en varias zonas del norte de A Coruña, Ourense y Lugo, mientras que las áreas afectadas por el suroeste y el paso de borrascas (sur de A Coruña y Pontevedra) fueron las que estuvieron por debajo de las expectativas.

A quienes le pesó en exceso el paraguas en julio, se les habrán olvidado otros séptimos meses de años pasados. Y es que, en general, fue un mes seco, debido a que los frentes que llegaron no fueron muy activos, según destacó la conselleira. De hecho, según el informe de MeteoGalicia, las precipitaciones estuvieron un 51% por debajo del valor climático normal. Las lluvias medias acumuladas se situaron en los 23,6 litros por metro cuadrado, con los valores más altos en el occidente de la comunidad, —cerca de 120 litros por metro cuadrado en la comarca de O Xallas, Barbanza y el municipio de Cuntis—. En el otro lado de la balanza, gran parte de la provincia de Ourense, con localidades en las que no se registró precipitación.

En la presentación del balance meteorológico, la conselleira destacó que “la radiación solar estuvo muy por debajo de la registrada el año pasado, cuando se superó por mucho la media”, lo que aumentó la “sensación de mal tiempo” en Galicia el mes pasado.

El periodo más cálido del mes de julio se concentró en tres días —15, 16 y 17— con noches tropicales en varios puntos de la costa y temperaturas que subieron hasta los 40° en localidades aisladas del interior.

Vázquez avanzó que agosto “comienza como acaba el mes de julio, con inestabilidad y poca visibilidad”, por lo que habrá que esperar hasta la próxima semana para ver si hay una mejora. En todo caso, la conselleira quiso destacar que “la calidad del aire es buena” y animó a “disfrutar del verde de Galicia”, informa Efe.

Previsiones

Durante la jornada de hoy, Galicia estará en la influencia de un centro de bajas presiones situado sobre Irlanda. En consecuencia, el cielo con precipitaciones y cielos más abiertos en el norte de Lugo y el este de Ourense. Las temperaturas sufrirán un ligero descenso, con máximas en las ciudades que oscilarán entre los 19 grados de Santiago y los 26º de Ourense. En A Coruña hoy se esperan 23 grados, según las previsiones de MeteoGalicia.

Mañana apenas se producirán cambios: el cielo estará cubierto en las provincias de A Coruña e Pontevedra con más claro en el este de Lugo y de Ourense. Hacia la noche, la llegada de un frente dejará lluvias generalizadas. El mercurio se mantendrá en los valores del día anterior.

El sábado, Galicia seguirá bajo la influencia de las borrascas atlánticas, lo que se traducirá en cielos nublados con precipitaciones por la mañana, siendo más intermitentes por la tarde, menos probables en el sur de Pontevedra y Ourense.