La propuesta del presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, de gravar con un impuesto a Madrid para compensar el “dumping fiscal” que practica contra el resto de autonomías, beneficiándose de su condición de capital para atraer inversión mediante rebajas impositivas, ha permitido a Alberto Núñez Feijóo, titular de la Xunta, alinearse con su compañera, la madrileña Isabel Díaz Ayuso. En su opinión, esa opción no solo sería injusta, sino que contribuiría a incendiar más el debate territorial, marcado por el conflicto catalán.

“En lugar de sosegar el debate territorial en España lo estamos incendiando. Y ya está lo suficientemente incendiado como para echar más gasolina al fuego”, expuso ayer en declaraciones a los periodistas, al tiempo que advirtió de que ese posible impuesto es anticonstitucional.

El debate abierto por Puig lo alentó el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, al asegurar que la competencia fiscal entre autonomías carecía de sentido y se mostró partidario de debatir un modo de que Madrid compense económicamente al resto de territorios. Sin embargo, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cerró la puerta a la propuesta. “No está en la agenda del Gobierno, ni lo va a estar nunca”, afirmó añadiendo que considera “contraproducente” ese camino.