Conducía con un elevado nivel de alcohol —dio un resultado que sextuplicaba la tasa máxima permitida— y se marchó tras haber atropellado a un hombre de 46 años que falleció la noche del miércoles en la travesía de la N-525 en Xinzo de Limia. Los agentes localizaron al infractor, un vecino del municipio de 49 años, en su domicilio, menos de una hora después. Está investigado por los presuntos delitos de abandono del lugar del accidente y conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas —en la fase de instrucción judicial se determinará si los hechos son constitutivos, además, de un homicidio por imprudencia—, que según la Guardia Civil pueden conllevar una pena de prisión de seis meses a cuatro años, así como la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, entre uno y cuatro años. Sobre el investigado pesó una suspensión del permiso de conducir hasta el pasado abril, pero en la actualidad contaba con carné. La víctima es un hombre de Triacastela (Lugo), camionero de profesión.

A las 22.40, la central operativa de la Guardia Civil de Tráfico recibió el aviso del atropello mortal a un peatón, registrado en el kilómetro 199,3 de la N-525. Al tener conocimiento de que el conductor implicado en el siniestro había dejado el lugar del suceso “de forma precipitada”, el instituto armado activó el dispositivo de localización.