Agentes de la Policía Nacional desarticularon en Santiago y Ourense una organización criminal dedicada, presuntamente, a la explotación sexual y a la corrupción de menores.

Los integrantes de esta banda criminal captaban a mujeres en situaciones de gran necesidad y vulnerabilidad a través de páginas web de contactos sexuales o directamente a pie de calle para luego explotarlas sexualmente en domicilios, informa la Policía Nacional en un comunicado. En el marco de la investigación detuvieron seis personas, cuatro de ellas en Ourense y dos en la capital gallega.

Dos mujeres

La investigación se inició cuando agentes de la Policía Nacional en Ourense “recibieron una información de la que se desprendía que dos chicas menores de edad, y en situación de gran vulnerabilidad, habían sido alojadas en el domicilio de un adulto que las había obligado a mantener relaciones sexuales con él y con otro adulto como forma de pago por la ayuda recibida”.

Además, dos mujeres del entorno de esos hombres habían propuesto a las menores ejercer la prostitución en Santiago de Compostela, aceptando una de ellas.

Los agentes establecieron entonces un dispositivo que permitió liberar a la menor antes de que comenzara a ser prostituida y que facilitó la detención en Ourense de dos hombres y dos mujeres —una de ellas menor de edad— responsables de los hechos, a los que se les ha imputado delitos relativos a la prostitución y corrupción de menores.

Con toda la información recabada, la Policía Nacional terminó constatando la existencia de una organización criminal asentada en Galicia que se dedicaba a la trata de mujeres con fines de explotación sexual, mediante la captación de chicas a través de páginas webs o en la propia calle para luego explotarlas en domicilios privados. Uno de los detenidos en Santiago de Compostela es, presuntamente, el “principal responsable del entramado”, junto a una de las mujeres detenidas en Ourense.

Tras el arresto y dos registros en dos domicilios de Santiago de Compostela, a todos los detenidos se les imputan los delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal, relativos a la prostitución y corrupción de menores.

Fuentes policiales, señalan que la investigación sigue abierta y que no se descartan más detenciones ni en las mismas ni en otras ciudades de España.

El principal responsable, según informa la Policía Nacional, se encargaba de “probar” a las mujeres captadas para “confirmar que eran válidas para el ejercicio de la prostitución, empleando una gran agresividad y un trato sexual extremadamente vejatorio”. También gestionaba y controlaba los servicios sexuales que realizaban las víctimas, apropiándose de “al menos un 40% del precio de cada servicio”.

Aunque el grupo desarrollaba su actividad principalmente en las ciudades de Ourense y Santiago de Compostela, donde contaba con colaboradores en la captación y en la recogida de beneficios, la movilidad del principal responsable permitía la captación de potenciales víctimas en otras ciudades.