El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, calificó ayer de “disparate ambiental” el vaciado de cuatro embalses gallegos ubicados en la cuenca que gestiona el Estado a través de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) y reclamó el traspaso de estas competencias a Galicia, argumentando que si se dependiera de la comunidad autónoma, ese vaciado “sería ilegal”. Lo que hizo la Xunta, dentro de sus funciones, fue abrir expedientes disciplinarios a la CHMS y a las dos empresas que explotan los saltos hidroeléctricos por no respetar el equilibrio medioambiental en pesca fluvial, que es el único margen en el que puede intervenir el Ejecutivo autonómico.