El centenar de aves muertas o enfermas que vecinos y ecologistas pudieron ver y fotografiar al inicio de esta semana en el entorno del embalse de Vilagudín (Ordes), ya fueron recogidas en su mayoría por la Consellería de Medio Ambiente. Todos los ejemplares muertos y cinco de ellos, gaviotas patiamarillas, que estaban vivos, fueron trasladados al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Oleiros.

Los ejemplares que se recogieron vivos, según la consellería, “reciben atención veterinaria” y evolucionan “favorablemente”. En el centro además se toman muestras para determinar la causa de esta mortandad masiva en el entorno de este embalse de abastecimiento además de coto de pesca de truchas y salmones.

Medio Ambiente indica que según las primeras observaciones, y por la experiencia de episodios similares, como la mortandad de 2016, además de la época y la meteorología actual, todo apunta a “una posible intoxicación”. Agentes de distrito de la consellería continuarán las inspecciones en el entorno para realizar un seguimiento.

La web de turismo de la Xunta señala al embalse de Vilagudín como “un imán para las gaviotas y los somorgujos”, una zona de descanso para las aves fuera de la época de cría.

Ecoloxistas en Acción aseguró ayer que al menos murió medio centenar de gaviotas, además de haber “varios centenares” envenenadas, tanto reidoras como gaviotas lloronas, patiamarillas y sombrías. Alertaron de que algunas ya fueron “depredadas” por otros animales por lo que podría entrar el veneno en la cadena trófica y piden “medidas”.