El alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, oficializó ayer su candidatura a las primarias del PSdeG en un acto con la militancia en el pueblo en el que encadena cuatro mayorías absolutas: “Donde empezó todo”, resumió. Sonaba Santa Lucía, de Miguel Ríos, cuando el dirigente pontés llegó a la Praza de América, en bici, pantalón oscuro y camisa blanca. Sin corbata. “Él es así, una persona normal, no le gustan las estridencias”, apuntaba uno de sus hombres de confianza mientras Formoso repartía abrazos y apretones de mano entre afiliados, simpatizantes, alcaldes y ediles de la provincia, especialmente del área ferrolana, que lo arroparon en su estreno como candidato.

Formoso defiende un modelo “municipalista” para recuperar “el orgullo de ser socialistas”

No faltaron a la cita los alcaldes de Ferrol, Valdoviño, Ortigueira, Pontedeume o Neda, entre otros municipios. Aunque el protagonismo del acto fue para la militancia de base, como subrayaban en corrillos los colaboradores más cercanos de Formoso, que defendían la importancia de recobrar el espíritu de aquellas primarias del año 2000 que José Luis Zapatero arrancó en su León natal y en las que logró a imponerse al favorito, José Bono, con la “ilusión” como idea fuerza.

“Ilusión” fue precisamente una de las palabras que más repitió ayer Formoso en un discurso en el que hizo valer su trayectoria al frente del Concello, la Diputación y la Secretaría Xeral de la provincia de A Coruña y en el que llamó a “recuperar el orgullo de ser socialistas” con un proyecto “socialdemócrata y galleguista” con la “militancia por protagonista”: “Un modelo que no se resigna a ser tercera fuerza”, recalcó el candidato,  en clara alusión a su rival, Gonzalo Caballero, al que no se refirió en ningún momento por su nombre pero al que parecía tener también presente cuando apeló a la necesidad de huir “del cesarismo y el sectarismo”. Un mensaje que arrancó aplausos entre las cerca de doscientas personas presentes en el acto.

González Formoso comenzó su intervención recordando sus poco prometedores inicios en el PSOE de As Pontes, un “pueblo de trabajadores” sin apenas representación del partido del puño y la rosa. Hace veinte años, la agrupación local solo contaba, recordó, con solo una veintena de afiliados y un edil en la Corporación. “Parecía imposible, pero con ilusión, capacidad, trabajando al lado de la gente hemos llegado a los 12 concejales”, destacó. El secretario provincial del PSOE de A Coruña puso el acento también en cómo el partido logró alzarse como la “formación con más alcaldías” de la provincia en las últimas municipales. Otro “hito”, incidió, que le impulsa ahora a embarcarse en un proceso “precioso” de primarias que “no desune”: “Fortalece y enriquece”, subrayó.

Formoso se comprometió a visitar hasta el último rincón de Galicia al volante de una “caravana de ilusión” para “aglutinar al PSOE” , “unir sensibilidades” y “poner en pie el partido socialista”: “Jamás me escucharéis decir que no podemos ganar unas elecciones en Galicia”, subrayó el pontés, que apeló a la importancia “abrir las ventanas”, “conectar” con la ciudadanía y “conseguir que la gente se emocione” para “levantar el partido y Galicia”.

El alcalde de As Pontes finalizó su discurso entre aplausos de simpatizantes y compañeros de partido. Entre los suyos, optimismo. En A Coruña, donde Formoso se hizo con el cetro provincial con el 68% de los apoyos, sus colaboradores, ven el camino más que allanado. También en Lugo, donde cuenta con importantes apoyos, como el del exsecretario xeral del PSdG, José Ramón Gómez Besteiro, apuntan. En Ourense y Pontevedra, el panorama está más abierto, coinciden. En el territorio ourensán la votación para elegir al delegado para congreso federal arrojó unos resultados ajustados y en Pontevedra va a pesar mucho “lo que diga Abel” [por el alcalde de Vigo, Abel Caballero], vaticinan. Otros evitaban hacer apuestas: “Va a haber mucha guerra”, pronosticaba un veterano socialista.