El pago de una viñeta anual será obligatorio para circular por las autopistas y autovías españolas. Esa es la opción que sopesa el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana para que los usuarios asuman parte de los crecientes costes de conservación de la red estatal de carreteras, que suma unos 26.500 kilómetros de los que 12.000 corresponden a vías de alta capacidad. La propuesta, una suerte de peaje para todos encubierto y que analizan los técnicos del Ministerio, podría implantarse ya en 2023 como “primera prueba”, aunque en 2025 se desarrollaría un sistema más progresivo.

El anterior responsable del Ministerio, José Luis Ábalos, ya dejó caer que habría un “peaje” para todas las autopistas, pero aquello quedó como un globo sonda que el Gobierno terminó por orillar, aunque finalmente el Ejecutivo introdujo esta opción en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas. Entonces se establecía el año 2024 como la fecha para aplicar un mecanismo de “pago por uso”. La viñeta parece ser la opción que considera el Gobierno central, una fórmula que existe en algunos países europeos, pero que se aplica de manera desigual.

El Ejecutivo siempre ha sido consciente de que esta iniciativa motivará cierto rechazo inicial, por lo que se plantea una primera implantación con tarifas bajas. No obstante, el planteamiento final es que exista un sistema de viñetas en diferentes modalidades, de modo que resulte progresivo. Además, se incluirían rebajas o bonificaciones para ciertos colectivos o usuarios habituales de ciertos tramos específicos.

La viñeta que se aplica en algunos países europeos consiste en una pegatina similar a la de la ITV y que deben exhibir los vehículos que deseen acceder a una autopista. Se aplica principalmente a vehículos con un peso inferior a 3.500 kilos, considerando también las autocaravanas, mientras que los vehículos de un peso mayor suelen pagar mediante un sistema basado en la distancia recorrida. No existe ninguna limitación para acceder a la autopista sin la viñeta, pero las multas para quienes lo hagan y sean detectados por Tráfico son elevadas. Se trata de un sistema que, a la larga, beneficia a los conductores que realizan muchos kilómetros, ya que abonan una suerte de tarifa plana para circular.

En Suiza todos los coches de hasta 3.500 kilogramos que circulen por autovías, autopistas y túneles abonan una viñeta que solo tiene una modalidad: un año de duración y un precio de 38,50 euros. En Austria la viñeta es obligatoria para circular por todas las autopistas. El coste está entre los 8,80 euros (para diez días) y los 25,70 euros (dos meses).