A dos semanas de las primarias, en las que la militancia decidirá entre Gonzalo Caballero y Valentín González Formoso para liderar el PSdeG, la tensión va en aumento, con el riesgo de que la consulta a las bases concluya con un partido fracturado. Un día después del Congreso de Valencia, el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, quiso presentarse como la “única” interlocución que existió entre los socialistas gallegos y la dirección del partido, encabezada por Pedro Sánchez para pactar la presencia de los gallegos en la renovada dirección. La cuota autonómica se saldó con dos afines de Caballero, dos de Formoso y Carmela Silva, en el Comité Federal.

González Formoso, con miliantes de Ferrol. | // L. O. Redacción

Caballero aseguró que habló con Sánchez y además “en plena sintonía”. “Lo que hablamos Pedro y yo, solo lo sabemos nosotros”, afirmó. “A todos nos gustaría siempre tener más representación pero el resultado es bueno”, dijo. Caballero defendió su actuación como secretario general de la formación durante el cónclave en el que reunió a la “delegación gallega” por lo que “si alguno” de los delegados gallegos “no estuvieron, lo tendrán que explicar”, en alusión a Formoso y sus apoyos.

Aunque para Caballero estas ausencias no son una novedad ya que “algunos tampoco estuvieron en la campaña de noviembre 2019”, y recordó que González Formoso “desertó” y no acompañó a Pedro Sánchez en su mitin de A Coruña en la citada campaña. “Cada uno tiene su trayectoria en este partido, yo siempre estoy trabajando a favor del partido y otros no estuvieron”.

El presidente de la Diputación de A Coruña evitó entrar ayer en el cuerpo a cuerpo con su rival. Al valorar el cónclave valenciano, aseguró que fue “el congreso de la unidad, de la reafirmación de un partido que es consciente de que los grandes avances de este país se consiguieron cuando el PSOE estuvo unido y motivado y ese es el modelo que queremos para el PSdeG”. Formoso pide a la militancia “una participación masiva” en las primarias para “recuperar la ilusión y la esperanza en el PSOE gallego”. En un acto en Ferrol con afiliados, pidió un partido que “no sea un fin en sí mismo sino un instrumento al servicio de la sociedad”.