Galicia, Castilla y León, Asturias y Cantabria acordaron ayer formalmente en León poner en marcha un grupo de trabajo alternativo al compuesto por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para elaborar una estrategia nacional para la gestión del lobo por considerar que ha sido “un fracaso total”.

“Que cuatro comunidades autónomas de diferentes colores políticos estén de acuerdo en que una orden ministerial no se ajusta a la realidad pone en evidencia un fracaso absoluto del Ministerio”, criticó el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático del Gobierno de Cantabria, Antonio Javier Lucio.

Lucio estuvo acompañado en la rueda de prensa de presentación de este grupo de trabajo por sus homólogos en las comunidades de Castilla y León, José Ángel Arranz; Asturias, David Villar; y Galicia, Belén do Campo, territorios todos ellos contrarios a la inclusión del lobo como animal en régimen de protección especial, lo que conlleva la prohibición de su caza.

Arranz explicó que la creación de este grupo de trabajo alternativo llega después de que las cuatro comunidades autónomas hayan abandonado el grupo de trabajo puesto en marcha por el ministerio para elaborar una estrategia nacional para la gestión del lobo debido a “las irregularidades detectadas” en el mismo, principalmente teniendo en cuenta que “se ha ignorado y ninguneado” a las cuatro comunidades autónomas del noroeste de la península que son las que “gestionan el 98% de las poblaciones de lobo”, señaló Arranz.

“Ha impuesto la elaboración de una estrategia para justificar un cambio en el estatus legal de la especie con una hoja de ruta inflexible que ha despreciado la experiencia y competencia en la gestión de Galicia, Castilla y León, Cantabria y Asturias”, añadió Belén do Campo.