Los empresarios del Mediterráneo redoblan su presión al Gobierno para que finalice y dote de más fondos al corredor ferroviario de mercancías que desde Algeciras conectará Murcia, la Comunidad Valenciana y Cataluña con Francia. Más de 1.300 representantes empresariales se congregaron ayer en Madrid para reclamar celeridad en las obras en un acto que contó con la presencia de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, quien remarcó que el Corredor Mediterráneo es “una prioridad” para su departamento. Prueba de ello es que de los 16.286 millones de sus presupuestos para 2022, más de 1.700 de destinarán a esta infraestructura. Su objetivo es que en 2025 o 2026 esté lista la conexión entre Almería y Francia. Mientras, el Corredor Atlántico, que permitirá dar salida a las mercancías de la comunidad gallega hacia Europa, apenas está arrancando y no existen plazos concretos para su conclusión.

Por el contrario, el Corredor Mediterráneo se encuentra en una fase más avanzada. “Pocos proyectos han recibido tanto apoyo económico del Gobierno en 2021 y 2022”, señaló la ministra. Según explicó, desde 2018 se han licitado ya contratos por 3.000 millones. ”En tres años se cuadriplicó el nivel inversor destinado a esta infraestructura”, señaló Raquel Sánchez.

Este fuerte desembolso contrasta con los 276 millones presupuestados para impulsar las obras del Corredor Atlántico en territorio gallego, una infraestructura que prácticamente aún está arrancando y para la que todavía no hay plazos ni compromisos concretos.

El tren de mercancías en Galicia está totalmente obsoleto. Su inclusión en las Redes Transeuropeas de Transporte le daría opción a fondos de la UE, pero el Gobierno debe presentar a Bruselas los proyectos, que competirán con otros por captar financiación.

Y en el Mediterráneo llevan tiempo posicionándose para que su corredor sea prioritario en los planes del Ejecutivo. En el encuentro que ayer se celebró en Madrid participaron el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, el presidente de Mercadona, Juan Roig, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, el presidente de BP España, Carlos Barrasa, el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, además del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi y los presidentes de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y Murcia, Fernando López Miras.

“El Corredor Mediterráneo sería una de las mejores inversiones que se podrían hacer con los fondos europeos”, defendió Juan Roig. El presidente de Mercadona alega que el Corredor Mediterráneo “garantizará que todos los territorios tengan las mismas posibilidades de tener una economía sana”.

Sin embargo, la situación periférica de Galicia y la falta de una red ferroviaria de mercancías moderna resta competitividad al tejido empresarial gallego que, sigue dependiendo, del transporte por carretera, a lo que se suma ahora la amenaza de los peajes en las autovías.

Los gobiernos y los empresarios del Noroeste también se aliaron para presionar al Ejecutivo central. Calculan que se necesita una inversión de 3.000 millones para el Corredor Atlántico, pero hasta el momento sus demandas cayeron en saco roto.

Roig defendió que se utilicen fondos europeos para terminar las obras de esta infraestructura porque “beneficia a toda España y no solo a los ciudadanos que viven por las localidades donde pasa dicho corredor”.

Los empresarios lamentan los retrasos que hubo en las obras de este eje ferroviario en los últimos años. La ministra, sin embargo, aseguró que “está apretando” a todos los departamentos de su ministerio. “No nos podemos permitir más retrasos”, se comprometió.