El tercer fin de semana de noviembre se cerró en España con la muerte de ocho personas en otros tantos siniestros de tráfico, de los que dos se produjeron en Galicia: uno en Cee y otro en A Laracha. Con estos dos fallecimientos, las carreteras gallegas suman en lo que va de año 68 muertes, de los que un 34% eran usuarios vulnerables —trece motoristas, nueve peatones atropellados y un ciclista— y un 20% (13) no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Por provincias, 27 de las personas fallecidas han sido en A Coruña, 24 en Pontevedra, 10 en la provincia de Lugo y siete en la de Ourense.

Casi un millar de accidentes

Hasta el pasado 19 de noviembre han sido casi un millar, en concreto 920, los accidentes con víctimas de los que tuvieron que ser hospitalizadas 386 personas, 29 menos que en 2020, según expuso ayer la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, en la lectura de un manifiesto con motivo del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Tráfico

Rivas recordó que 23 de los fallecidos eran usuarios vulnerables y calificó de “intolerables” estas cifras. Además, subrayó que el exceso de velocidad estuvo detrás del 30% de los accidentes registrados en la comunidad. “Hay una clara relación entre velocidad y accidentalidad”, remarcó María Rivas, que apeló a no “relajarse”. También avanzó que se mantendrán los controles sobre el consumo de alcohol y drogas y también se hará una campaña especial en Navidad.

Por su parte, la responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Galicia, Victoria Gómez, apeló al uso del chaleco reflectante en peatones o de las luces todo el día del vehículo para facilitar que pueda verse por parte de usuarios vulnerables.

También aludió a una campaña “intensa” en diciembre por el consumo de drogas y alcohol, al tiempo que pidió a los conductores que guarden la distancia de seguridad en las entradas a la ciudad para evitar accidentes.

Por otra parte, agentes de la Policía Local de Lugo interceptaron a un conductor novel que obtuvo más del doble de lo permitido en la prueba de alcoholemia tras fugarse de un accidente. Por ello, fue sancionado con una multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del permiso de conducir.