La red portuaria española encara desafíos de gran calado para engancharse a las mutaciones globales que se están produciendo en la economía y para adaptarse también a las tendencias empresariales observadas en la cadena logística —creciente concentración y con ello ganancia de poder de navieras y operadores de contenedores, como se ha puesto de manifiesto en la inaudita escalada de precios del último año—. Ante ese panorama, “los puertos del Noroeste —dársenas de Galicia y de Asturias— tienen bases para seguir siendo competitivos”, diagnóstico ayer Álvaro Rodríguez Dapena, presidente de Puertos del Estado, durante su participación en el Foro de Puertos del Noroeste, organizado por La Nueva España, del mismo grupo editorial que LA OPINIÓN, en colaboración con los responsables portuarios de Gijón y Avilés y también con el organismo estatal que Rodríguez Dapena pilota desde el día 1 de diciembre.

En la que ha sido su primera intervención pública desde tal nombramiento, el ingeniero nacido en Cartagena (1963) subrayó la notoriedad que, en términos relativos, conservan los puertos del Noroeste: “La cornisa noroccidental (Galicia y Asturias) suma 3,7 millones de habitantes que suponen el 8% de la población nacional; representa también entre el 7% y el 8% del PIB español, y, en 2019, antes de la pandemia, sus tráficos portuarios fueron de 56 millones de toneladas, el 10% del total. Es un dato muy importante y a tener en cuenta”, dijo el ejecutivo. Precisó a renglón seguido: “Es cierto que la actividad fue antes mucho más dinámica y que ha habido una basculación hacia la fachada Sur y Mediterránea, más cercana a la puerta del área Europa-Asia”. Pero, quiso apostillar, “seguimos teniendo aquí sustrato suficiente, tanto en la actividad misma de los puertos como en la labor que desempeñan en ellos las empresas, para auparnos a las palancas de los cambios disruptivos que vienen”.

El foro, celebrado en el salón de actos de la Autoridad Portuaria de Gijón y con asistencia de representantes del ámbito empresarial e institucional, llevaba como lema Nuevos retos de los puertos del Noroeste. La intervención de Álvaro Rodríguez Dapena, que clausuró la jornada, dejó ver que, ante los retos del conjunto del sector español, la colaboración entre dársenas será uno de los enfoques principales del nuevo Marco Estratégico del Sistema Portuario de Interés General, documento para guiar las políticas de los próximos diez años y para cuya elaboración se ha consultado con las 28 autoridades portuarias del país. “Se aboga, no por un cambio de gobernanza, sino por trabajar de manera concertada”, expuso. Esto es, España no seguirá el camino de otros países de su entorno —Francia, Italia, Portugal o Bélgica—, que se han inclinado por fusiones de puertos o por la consolidación de sus estructuras de gestión.

La colaboración entre dársenas será instrumento “imprescindible” para afrontar cuestiones como la transición energética o la digitalización y para disponer de un modelo de “colaboración público privada” que preserve la competitividad de los puertos en la relación con los grandes operadores y su creciente dominio del mercado. “Para un puerto o un conjunto de puertos hablar de competitividad es hoy más que su geolocalización, su nivel de infraestructuras y la relación calidad precio de los servicios portuarios; ser competitivos es también ser un puerto verde, un puerto inteligente, un puerto seguro, un puerto digital...Estos campos requieren una acción común”, reflexionó Álvaro Rodríguez. E instó específicamente a “trabajar de la mano” para resolver el principal “cuello de botella” referido a las infraestructuras: “El ferrocarril para las mercancías es la asignatura pendiente del sistema de transporte de interés general”.

Para el Noroeste, remarcó, aprobar esa asignatura requiere que se desarrollen y completen, en las condiciones técnicas y con la premura que demanda Bruselas (antes de 2030) las conexiones del futuro corredor atlántico de mercancías. “En 2013 se logró incluir el Noroeste en el dibujo de la Red Transeuropea de Transporte, pero es un dibujo, y depende muchísimo de los Estados que se alcancen las prestaciones requeridas, lo que aporta Europa es cofinanciación”, previno el responsable de Puertos sobre un conjunto de actuaciones pensadas para conectar los puertos de la fachada atlántica con el interior del país y el resto de Europa. Y concluyó: “Afortunadamente, tenemos el plan Next Generation, que nos permite reorientar hacia las mercancías una política hasta ahora muy escorada hacia la Alta Velocidad. Debemos trabajar de la mano para que sea realidad en el plazo que nos obliga”.