A la luna llena de estos días aúllan los lobos de Galicia. Según los datos oficiales de la administración autonómica, quedan unas 90 manadas de ocho ejemplares cada una. Pero según los conservacionistas, la cifra real no pasaría de la mitad. Protagonistas de cuentos y leyendas tan antiguos como la historia del hombre, loados por Drácula como “los hijos de la noche”... ahora regresan a la actualidad por su inclusión en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Así lo decidió el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, por la Orden TED/980/2021 de 20 de septiembre, aunque ya hay recursos presentados por comunidades autónomas como la propia Galicia.

Delfines ante la costa de O Grove. | // SEABIRDS GALICIA

De momento, la Audiencia Nacional ha rechazado la suspensión cautelar de la Orden —que también solicitaba la Xunta—. Y se mantiene la prohibición de la caza del lobo, con esa inclusión en la Lespe de las poblaciones al norte del Duero —ya que las que viven al sur de ese río llevan tiempo dentro de la lista—. La última incorporación lobera amplía a 42 especies de mamíferos en toda España con ese Régimen de Protección Especial.

Una manada de lobos por los montes gallegos. | // CARLOS CASTRO

A mayores, el Ministerio dispone de un Catálogo Español de Especies Amenazadas: con 28 vulnerables para las que resulta obligatorio un plan de conservación, y siete en peligro de extinción que obligan a un plan de recuperación.

En el caso de Galicia, con esa nueva incorporación del lobo, se llegaría a unas 26 especies de especial protección, 19 vulnerables y una en peligro de extinción.

La categoría más numerosa corresponde a las chiropteras, por la riqueza de los murciélagos en Galicia. Aproximadamente, se encuentran ejemplares de unas 20 especies de murciélagos: ocho de ellas entrarían en la catalogación de vulnerables y el resto pertenecen a la lista Lespe. En los vulnerables, los archivos de Miteco observan la presencia en Galicia de los murciélagos de herradura —mediterráneo, grande y mediano—, de cueva, ratonero forestal —aunque muy escaso—, de Geoffroy o de oreja partida, bigotudo y nóctulo grande —murciélagos de gran tamaño—.

En cuanto a la especie en peligro de extinción, se trata claramente del oso pardo. Según un informe del proyecto Life Oso Courel, entre 2015 y 2018 se contabilizaron 228 registros de este animal en Galicia. Su presencia se ha reforzado en los últimos años. Por ejemplo, en la primavera de 2020 se avistaba por primera vez en 150 años un ejemplar en Ourense y con pruebas. Otro dato a tener en cuenta es que la Xunta ya ha concedido desde marzo 25 ayudas a explotaciones ganaderas dañadas por el oso.

Entre las especies vulnerables con presencia en Galicia también se encuentra el desmán ibérico: mamífero soricomorfo que en algunas zonas recibe el sobrenombre de rata de agua, y cuya población se ha mermado debido a la depradación del visón americano. Y por las costas se avistan ejemplares de cetáceos, muchos también catalogados como vulnerables. Por el litoral gallego se identifican unas 19 especies de cetáceos. Once estarían en situación vulnerable, como el rorcual aliblanco y el común, la yabarta, el cachalote, el delfín mular o el zifio común.

Ya en el ámbito de la leyenda se encuentran lamentablemente aquellas especies desaparecidas de Galicia, como el lince boreal que habitó los montes hasta principios del siglo XX. Al que los lugareños bautizaban como “el Tigre”.