El IPC sigue su rally alcista de los últimos meses y se ha disparado a su nivel más alto en casi 30 años. La tasa interanual de diciembre ha escalado hasta el 6,7%, más de dos puntos por encima de la de noviembre (5,5%). El coste de la electricidad y de la alimentación han tirado de los precios durante este mes. Entre los grandes damnificados de este incremento están los inquilinos gallegos que les toque revisar su contrato de arrendamiento este mes de diciembre ya que verán aumentar su alquiler mensual en unos 30 euros de media, que en el caso de los habitantes de la ciudad de A Coruña se elevará hasta los 34, según el estudio realizado por idealista, tras la subida récord del 6,7% interanual del IPC en el último mes del año. De esta forma, el precio medio en Galicia del alquiler de un piso de dos habitaciones pasa a 461 euros/mes, lo que supone 351 euros más al año.

Vinculación al IPC

La mayoría de contratos de alquiler están vinculados a una actualización anual de la renta basada en el IPC del mismo mes en el que se rubricaron. Por ello, el aumento de la inflación afecta de forma directa a los contratos de arrendamiento de viviendas vinculados a este índice. A los inquilinos de la ciudad de A Coruña que les toque la revisión anual en diciembre les va a suponer un incremento medio de sus alquileres en torno a 34 euros/mes durante el próximo año, según el estudio que ha tomado como referencia una vivienda tipo: un piso de dos dormitorios.

El precio medio en la ciudad de A Coruña de una casa en alquiler de este tipo fue de 500 euros en diciembre de 2020, por lo que la renta actualizada con el último IPC se sitúa ahora en 534 euros, lo que supone una subida media de 408 euros anuales para estos arrendamientos, casi una mensualidad más. En la ciudad de Pontevedra se pasará de 450 a 480 euros mensuales; en la de Lugo, de 380 a 405, y en la de Ourense, de 370 a 395.

A pesar de que la subida de la inflación del 6,7% es igual para todo el país, el incremento de las rentas del alquiler en los contratos renovados en diciembre no será igual para todos los inquilinos, sobre todo en las capitales de provincia.

San Sebastián repite como la ciudad en la que más se notará la subida de la inflación en los contratos de arrendamiento que han tenido que actualizar sus rentas, al encarecerse en 60 euros al mes, para dejar un precio medio de 960 euros mensuales. Le siguen las actualizaciones de Barcelona y Madrid, con incrementos similares de 54 euros al mes, para alcanzar un alquiler de 854 en cada caso, y Bilbao, con una subida de los contratos revisados de 52 euros de media, que supone una renta actualizada de 832 en la capital vizcaína.

Más de 600 al año

En estas cuatro capitales, el incremento del precio del alquiler por la actualización del IPC supone para muchos inquilinos un esfuerzo que supera los 620 euros al año, y que llega a los 720 en el caso de Donosti.

Entre los menores incrementos de los precios de los contratos de arrendamiento que tienen que actualizar sus contratos con el IPC de diciembre, en Ciudad Real subirán 23 euros al mes hasta un nuevo alquiler de 373, unos 280 euros anuales. Le siguen cuatro capitales, entre ellas Ávila, Cuenca, Lugo y Ourense, con un aumento de 25 euros cada mes, y que deja los precios sobre los 400. La subida anual en estas capitales ronda los 300 euros.

Pero no solo suben los precios de alquiler. También lo hace la vivienda nueva y usada que ha cerrado 2021 un 6,8% más cara que hace un año en Galicia, según los datos provisionales de la estadística IMIE Mercados Locales, a partir de las tasaciones realizadas por Tinsa, publicados ayer. El incremento gallego ha sido el segundo más alto a nivel nacional, solo por detrás de la subida del 9,4% en el País Vasco.

El bono de alquiler social ya está en marcha por tercer año

La Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda publicó ayer en el Diario Oficial de Galicia las resoluciones por las que se convocan las subvenciones del Bono de alquiler social y la concesión directa del complemento, con el que asumirá por tercer año consecutivo la totalidad de la renta de los beneficiarios.

Las dos resoluciones suman un importe global de 860.000 euros y tienen un plazo de presentación de solicitudes que comenzará el próximo lunes 3.

El Bono de alquiler social es un programa creado para facilitar el acceso y el mantenimiento de una vivienda en régimen de arrendamiento a aquellos colectivos con mayores dificultades económicas. La concesión inicial del Bono es por un período de 12 meses, prorrogables por dos años más, previa petición del interesado. Posteriormente, podrá ampliarse de forma extraordinaria por otros tres ejercicios, por lo que la duración máxima de percepción de las subvenciones podrá extenderse hasta los seis años.

El Bono también prevé la concesión de una ayuda adicional de 600 euros para cubrir los gastos de formalización de un nuevo contrato de alquiler.