En busca de las misteriosas migraciones de los pájaros, viajaba la familia de la película Dulces Cazadores hasta una isla tropical. El cineasta brasileño Ruy Guerra capturaba aquí esta rama de la zoología especializada en el estudio de las aves. Y la Sociedad Española de Ornitología, SEO/Birdlife, trabaja en numerosos proyectos como el Zepamar que acaba de culminar su segunda fase. En ella, ornitólogos han colaborado con los pescadores para “mantener los mares con vida”: por ejemplo, con formación para evitar las capturas accidentales. La iniciativa se desarrolló entre el Atlántico —A Costa da Morte y Rías Baixas —y el Mediterráneo. Y continuará en 2022, pero ya especializada en la interacción entre estos anímales y la acuicultura.

En el proyecto Zepamar también se encuentra el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con su Fundación Biodiversidad y en el marco del programa Pleamar. Según su informe, en Galicia fueron entrevistados 124 pescadores de artes menores y cerco con 235 encuestas sobre el uso de estas artes en 22 puertos de A Costa da Morte y Rías Baixas. Los trabajadores del mar informaron de “capturas accidentales de aves en la mitad de las encuestas, siendo más comunes en redes fijas, palangrillo y cerco”. De hecho, los principales riesgos para esta fauna en Galicia son “la explotación energética, la contaminación marina y la interacción con la pesca”.

El ave más afectada es el cormorán moñudo: su supervivencia a largo plazo en nuestra comunidad se considera “incierta”. Su cría se realiza desde principios de año en islas y costas acantiladas, tiene una esperanza de vida de 30 años, y puede bucear hasta fondos de 30 metros. Su población en Galicia llega a cerca de 1.400 parejas y “está en declive, especialmente en las Rías Baixas y el Parque Nacional das Illas Atlánticas”. La conclusión del Zepamar II también incluye una exposición fotográfica que recorrerá España en 2022, y un calendario que se puede descargar online.

Tanto en Galicia como en el Mediterráneo, los pesqueros han colaborado con sus diarios de a bordo. En concreto, en seis puertos pesqueros gallegos se realizó un seguimiento de más de 500 viajes de pesca, con cerca de 1.000 caladas de 10 embarcaciones de artes menores y cerco. Los propios pescadores rellenaban los cuadernos de a bordo, informando sobre aves capturadas. Con las conclusiones, se elaboró un folleto para el sector gallego que permite conocer las aves marinas, sus problemas de conservación y los conflictos de interacción con la pesca.

En total, el Zepamar II se llevó a cabo en toda España con más de 40 embarcaciones y el trabajo del equipo técnico de SEO/Birdlife. Buques sobre todo de palangrillo y palangre de fondo recogieron información “sobre la interacción con aves en su rutina diaria”. Y ocho embarcaciones “han colaborado en la realización de pruebas de mitigación, incluyendo una técnica basada en una caja ocultacebos”.

Según indica la Sociedad Española de Ornitología, “los pescadores han contado con la aplicación Bycatch, impulsada por investigadores del CSIC junto a SEO/BirdLife y otras entidades, para facilitarles la recogida de información”. La formación a este colectivo se relacionó con la minimización de capturas accidentales.