Casi 100 kilómetros separan a las ciudades de A Coruña y Lugo. Un viaje en coche por la A-6 cubre la distancia en una hora y seis minutos de media: cruzada a diario por coruñeses que trabajan en la ciudad de las murallas, y viceversa. Según Stop Accidentes Galicia, el estado de esta infraestructura deja bastante que desear. De hecho, esta asociación de víctimas de accidentes de tráfico remitió ayer un escrito al Jefe de Demarcación de Carreteras en Galicia para denunciar esta situación: “Informamos sobre el mal estado del asfalto en la autovía A-6 que personalmente hemos recorrido estos días, encontramos una cantidad incalculable de baches a lo largo de los 100 kilómetros a la ida y a la vuelta”.

En la misiva dirigida a Ángel del Río por la presidenta de Stop Accidentes Galicia, Jeanne Picard, se recuerda a la Demarcación que “su Ministerio tiene las competencias en materia de carreteras y es su obligación mantener en buen estado la red estatal”. En concreto, compete al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La asociación de víctimas incide en que “el estado del pavimento del asfalto de la autovía es más que lamentable, es muy peligroso no solo por la cantidad de baches sino por su gran deterioro que obliga a veces a realizar maniobras peligrosas para esquivarlos”.

La Guardia Civil ejecuta un informe específico sobre el estado de la infraestructura, cada vez que se ha registrado un accidente como es habitual en estos casos. Incluso algunos viales de comunicación de Galicia como la autopista AP-9 o la AP-53 que une Santiago con Ourense cuentan con sendos informes generales, para estudiar las causas de los accidentes y comprobar si influye un posible mal estado de la superficie. En su misión de controlar el tráfico, la Guardia Civil ha emitido informe técnico sobre cada accidente de la A-6. Cuando alguno tiene carácter grave se pone en contacto con la Fiscalía de Seguridad Vial.

Desde Stop Accidentes recuerdan la necesidad de cumplir las recomendaciones europeas del Decenio de Acción por la Seguridad Vial 2020-2030. Como explica Picard, “el enfoque de Visión Cero —proyecto vial multinacional— reconoce que el transporte por carretera es un sistema complejo y que debe garantizarse un alto nivel de seguridad”.

La asociación incide en que con la AP-9 ya lograron en su día llamar la atención de las administraciones públicas en este sentido. En la A-6, Jeanne Picard avisa en conversaciones con este diario del mal estado en especial del carril derecho debido a la elevada circulación de camiones. Y urge a la realización de obras en esta vía “para salvar vidas”.

Delito si hay dejadez en la conservación de la vía

La competencia de la A-6 corresponde al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, al que se dirige indirectamente Stop Accidentes a través de la Demarcación de Carreteras. Cuando la Guardia Civil informa sobre el mal estado de una vía, el Estado se pone en comunicación con su empresa concesionaria para el mantenimiento. Cada vez que ocurre un accidente, los agentes emiten un informe sobre las circunstancias del estado del vehículo, del conductor y del propio vial. Y si efectivamente se observa responsabilidad en la infraestructura, se traslada la comunicación a la DGT y al Ministerio. A raíz de las protestas por la AP-9, la Fiscalía había advertido del riesgo de delito si se aprecia dejadez en la conservación de una vía.