no participamos en la reflexión de que no haya ningún tipo de afectación, una autovía siempre produce afectación... el objetivo es que sea mínima”.
Al ritmo de la industria se modifica el paisaje gallego. Así ocurre en la ría de Ferrol, coronada desde hace unos años por las coloristas jackets o cimentaciones para parques de eólica marina. Ante la pujanza del sector, representantes de Navantia, Windar y otras empresas integradas en Asime se reunieron ayer para lanzar el siguiente mensaje: “Necesitamos la implantación de la eólica marina ante la costa gallega”. Así se pronunció el secretario general de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas, en la que se integra este Galician Offshore Energy Group (GOE) especializado en el sector. Calcula Enrique Mallón que con una densidad eólica media, si se implantan esos parques en el litoral de esta comunidad autónoma, “se crearían más de 5.000 empleos directos en Galicia de aquí a 2030, y un efecto tractor en decenas de empresas”.
Si se suman indirectos, se generarían otros 3.000 empleos hasta llegar a los 8.000 en total “según cálculos a la baja”. Pero proyectos como el Parque Eólico Marino Nordés S.L., que se propone frente a las costas de A Coruña y Ferrol, generan inquietud en sectores como el de los pescadores. La plataforma firmante del Manifiesto de Burela asegura que sus 80 aerogeneradores “impactarán en 30 caladeros de pesca”. Sin referirse a ninguno en concreto, el Galician Offshore Energy Group tiene claro que “no valoraremos nunca un parque que tenga impacto relevante en el ecosistema y la actividad pesquera”.
Asime considera que 2022 “será uno de los años más relevantes para este desarrollo gracias al apoyo de puertos como los de A Coruña y Ferrol, actualmente más de 1.100 personas trabajan directamente en la eólica marina en Galicia”. Reclama Mallón “un paso más con la implantación coherente de estos parques cerca de nuestras costas, Galicia tiene la suerte de fabricar estos elementos y es una oportunidad histórica”. De hecho, Asime está en el Observatorio de la Eólica Mariña.
El metal gallego “solo respaldará proyectos con alto impacto en empleo y mínimo en la pesca, no validaremos un parque con especial impacto en una zona de gran valor pesquero”.
Parques a 30 kilómetros del litoral
Según recalcan desde Asime, los proyectos de eólica marina “de los que se habla estos días estarían a una media de 30 kilómetros del litoral, no habría impacto visual, recordemos que la plataforma continental ya cae abruptamente muy cerca de la costa”. La patronal del metal defiende infraestructuras flotantes. Y recuerda que aún tiene que aprobarse esta año el plan estatal de ordenación marítima (POEM), “que determinará dónde se ubicarán estas plantas”. En caso de recibir luz verde, un proyecto como Nordés tardaría cinco años en instalarse. “Sería una desgracia que el POE nos limite en Galicia, buscamos la coexistencia de la pesca con estos parques aunque es cierto que en el entorno de 500 metros no se podrá faenar”, dice Mallón.
Cada planta, con 300 personas en mantenimiento
Asime, dentro de la Galician Offshore Energy Group, también calcula que “un parque medio con 12 aerogeneradores puede tener 300 empleados al año en operación y mantenimiento, y en Galicia podríamos tener hasta 15 parques de eólica marina con una densidad muy baja”. Recalca Mallón que la implantación de esos 15 parques podría realizarse a lo largo de una década: “La Xunta y el Gobierno apuestan por la transición energética justa, nadie debe alarmarse porque solo podrán colocarse parques donde haya un impacto mínimo”. Y apunta que “
