El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha emitido dos sentencias en las que considera que el Concello de Vigo, gobernado por Abel Caballero, tenía la obligación de mantener y conservar parte de la estructura de la que forma parte el paseo de madera de As Avenidas, donde en 2018 se produjo un desplome en el marco del festival de música y deporte O Marisquiño.

El alto tribunal gallego entiende, por tanto, que se debe proceder a la liquidación del convenio Abrir Vigo al Mar, porque el Ayuntamiento incumplió su obligación de mantener y conservar parte del área afectada por ese documento, de la que forma parte el paseo de madera donde en 2018 se produjo el accidente de O Marisquiño.

El convenio lo suscribieron en el año 1992 el Ayuntamiento, el Consorcio de la Zona Franca y la Junta de Obras del Puerto de Vigo (hoy en día Autoridad Portuaria) y si hoy el TSXG entiende que se ha de liquidar es porque el Ayuntamiento incumplió su parte. “Necesariamente, el mantenimiento debe conectarse con la seguridad y con el uso, y el Ayuntamiento no lo cumplió, a la vista de los documentos aportados”, indica la Sala en la resolución, en la que subraya que el Ayuntamiento, “antes de autorizar un uso diferente al simple paseo, que era el que tenía en la concesión”, debió “valorar la seguridad de la instalación”.

Según el alto tribunal, el convenio “no ofrece dudas interpretativas en cuanto a la obligación de mantenimiento y de buen estado de conservación” por parte del Ayuntamiento de aquellas zonas de uso público, quedando eximido de aquellas que puedan ser de uso exclusivo de la Autoridad Portuaria. Los magistrados señalan en la sentencia, contra la que cabe recurso, que esa obligación “no deja de ser consecuente con el convenio” puesto que el Ayuntamiento obtenía un beneficio para la ciudadanía de una cesión y por tanto suya era la responsabilidad de mantener en buen estado de conservación lo cedido. De no ser así, subrayan, la Autoridad Portuaria tendría que fiscalizar “los usos que programase el Ayuntamiento, esto es, debería asumir funciones de control de usos”, algo que no realizaba desde que se ejecutó la cesión.

Según recoge el tribujnal, los reportajes fotográficos, evidencian “el mal estado” en que se encontraban “los elementos superficiales del paseo, de lo que reiteradamente advirtió la Autoridad Portuaria por el riesgo que podía suponer para la gente “sin que el mantenimiento alcanzase a estos elementos”.