La Policía Local de Vigo identificó el pasado fin de semana a tres conductores que triplicaban la tasa de alcohol permitida mientras circulaban por diferentes calles de la ciudad. Uno de ellos, un hombre de 35 años, llegó ensangrentado a casa de un amigo tras tener un accidente y volvió a coger el coche. Lo interceptaron cuando conducía en zigzag, y en el test de alcoholemia dio 0,76 y 0,68 miligramos por litro de aire expirado, lo que excede el límite penal.