Retirada de seis puntos y 200 euros de multa. Desde el pasado 21 de marzo, las infracciones por llevar el móvil en el mano mientras se conduce se penalizan con el doble de puntos detraídos: dos sanciones bastan para dejar el saldo del carné a cero y, en consecuencia, tener que hacer un curso y volver a examinarse para poder ponerse de nuevo al volante. Pese a estar detrás de uno de cada tres accidentes de tráfico mortales ocurridos en Galicia, el uso del teléfono móvil es ya la tercera infracción que más denuncias suma entre los conductores gallegos, por detrás de la velocidad y el consumo de alcohol. El año pasado, Tráfico notificó hasta un total de 10.216 multas por hablar por teléfono o mandar un mensaje, —casi 30 cada día— lo que supone el 9% del total de infracciones que acarrean la retirada de puntos (110.308) y un 41% más que las detectadas tanto en 2020 como en el año prepandemia (7.200 y 7.259, respectivamente), según datos de la Jefatura de Tráfico de A Coruña, desde donde se coordinan los centros territoriales de Galicia.
Un ejemplo basta para conocer el alcance del uso del móvil al volante y la escasa concienciación que tienen todavía algunos conductores sobre las consecuencias nefastas que puede acarrear para uno mismo y para el resto de usuarios. Hace una semana, en la AC-11, en el punto kilométrico 4, fue interceptado un conductor con dos móviles. Uno en cada mano, ayudándose de los antebrazos para manejar el volante. Reconoce a los agentes que en uno de ellos mantenía una conversación y en el otro estaba pendiente de la trayectoria a seguir según las indicaciones del GPS.
Pero ¿alguien recorrería el ancho de seis campos de fútbol al volante con los ojos cerrados? Pues esa es la distancia que se puede llegar a hacer si se escribe un whatsApp mientras se conduce. La DGT pone cifras a la lacra del uso del móvil en carretera: se podrían evitar casi 400 muertos en las carreteras españolas —hasta 25 en Galicia— y unos 8.000 accidentes con víctimas. Un informe realizado por la Fundación Línea Directa coloca a los gallegos como los más “enganchados” al móvil: hasta un 54% de los conductores gallegos reconoce utilizar el móvil mientras conduce, seis puntos por encima de la media nacional.
Y lo peor, la extendida y peligrosa moda de los selfies arrasa entre los automovilistas en Galicia. Un total de 182.000 automovilistas de la comunidad (el 11% del total) admiten haberse hecho alguna fotografía al volante, un dato que convierte a los gallegos en los conductores que más selfies se hacen de toda España mientras conducen, donde 2,3 millones (9%) aseguran haber interactuado en redes sociales durante algún viaje por carretera y casi 10 millones confiesan poner mensajes de WhatsApp estando al volante (37%), según el estudio de la Fundación Línea Directa.
Pero el uso del móvil no solo implica que el conductor deja de ver la carretera. Según la AAA Foundation for Traffic Safety (Asociación Americana de Automovilismo), utilizar el teléfono para enviar mensajes implica las tres formas de distracción existentes: la distracción visual (mientras los ojos leen la pantalla), la distracción cognitiva (la mente está ocupada elaborando el mensaje) y la distracción manual (los dedos tecleando las letras). En definitiva, su uso multiplica por más de 20 la posibilidad de verse implicado en un accidente.
Con el objetivo de erradicar el extendido uso del móvil al volante, Tráfico endureció el catálogo de sanciones el mes pasado, elevando a 6 los puntos que acarrea llevarlo en la mano mientras se conduce. Es precisamente el uso del teléfono el que concentra el grueso de las distracciones interceptadas en la comunidad: más del 90% de las infracciones por despistes son por atender llamadas o enviar o recibir mensajes. Y desde hace ya seis años, son la primera causa de accidentalidad mortal, por delante de la velocidad y el alcohol.
Lo “peor” para los agentes de la Guardia Civil de Tráfico es cuando llegan a un accidente y se encuentran con el móvil encendido, con una conversación de WhatsApp o llamando un familiar,. Cogen el teléfono y al otro lado le dicen “es que se cortó”.
Provincias
De las cuatro provincias gallegas, A Coruña y Pontevedra concentran el mayor volumen de sanciones por utilizar el teléfono en carretera, casi el 82% del conjunto de la comunidad. Un total de 4.198 interpuestas en la red viaria coruñesa (41,1%) y 4.122, en la pontevedresa (40,3%). Lejos de estas cifras, están las infracciones detectadas en Lugo (1.036) y Ourense (860). Fue precisamente la provincia de A Coruña la que protagonizó un mayor aumento en el último año de las sanciones por el uso del móvil al volante (86%9 seguida de Lugo (54%) y, finalmente, Pontevedra (casi 23%). La excepción la marca Ourense, única provincia en la que disminuyeron (casi un 7% menos).
