La Opinión de A Coruña

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Los tesoros ocultos de Monte Neme

En él se tramita un parque eólico entre Malpica y Carballo donde se explotó wolframio, con minas sin restaurar y en un espacio donde se hallaron, entre otros, una arracada de oro

Monte Neme, con las antenas de telefonía y televisión y aún visible, la excavación de las minas de wolfram y después de arena. | // M. V.

Monte Neme son 387 metros de historia castrexa y romana, hallazgos arqueológicos, patrimonio cultural olvidado; es historia mundial y de la minería; es el espacio más singular de Galicia por sus leyendas y cuentos de transmisión oral que aún se recuerdan hoy alrededor del patrimonio inmaterial que es el círculo lítico o Eira das Meigas, heredero, posiblemente, de un primigenio crómlech; es mirador espectacular sobre el Golfo Ártabro; y es mágico para la comarca bergantiñana porque Nemeth, según algunos autores, es voz celta que significa bosque sagrado, en una entorno lleno de restos de castros, historias de brujas y mouros. Alrededor de este monte convertido en ruina ambiental tras su explotación como cantera, sin ni siquiera restaurar el terreno como es obligatorio y con grandes y peligrosas balsas de agua como la que reventó en 2014 provocando daños valorados en 140.000 euros, se va a instalar un parque eólico de cuatro aerogeneradores de 200 metros de altura (115 hasta el buje más 85 hasta la punta de la pala).

Esta cumbre, con la ladera hacia Xoane (Carballo) aún limpia, cubierta con un notable mosaico de chopos, álamos, sauces, carballos y pinos, ahora se verá coronada no solo de este parque sino de otros dos que también se tramitan, a una distancia entre ellos de alrededor de un kilómetro: el de Monteagudo (siete aerogeneradores) y el de Pedrarrubia (trece aerogeneradores). No son sólo los aerogeneradores, sino también los postes de alta tensión (solo los de Monte Neme ya son 67), la subestación, la torre meteorológica, las zanjas que se excavan, los caminos. Todos estos aerogeneradores tendrán enfrente los del parque eólico de Malpica, que se ven recortados contra la costa, sobre todo de noche, con sus luces rojas intermitentes.

Parte de las vistas desde Monte Neme, desde las Sisargas en Malpica a la playa de Razo en Carballo, y valla instalada por la Xunta. | // M. V. Marta Villar

Es el enésimo parque eólico que se tramita en Galicia pero el Neme, el Faro Vixía da Costa da Morte o Monte Nemio como lo llaman en la comarca, no es un monte más. En el propio estudio de impacto ambiental la empresa de arqueología contratada por la promotora de los eólicos, Enel Green Power (filial de Endesa) subraya el “gran interés desde el punto de vista del patrimonio cultural” de este monte sobre el que cruza la frontera entre los municipios de Carballo y Malpica, a pesar de que lleva décadas siendo expoliado, dañado, degradado y olvidado. Y sin que nadie haya tenido interés en realizar una amplia prospección arqueológica a pesar de los hallazgos que han dado pistas de los tesoros para el patrimonio que puede albergar en su subsuelo.

Una tesis doctoral en Historia del Arte de 2019 de María Josefa Loira Enríquez subrayaba la singularidad de que el Neme “nunca ha sido excavado”, a pesar de ser uno de los 74 yacimientos romanos documentados en la zona ártabra y a pesar de los restos castrexos hallados.

El estudio de impacto ambiental de la promotora de este parque eólico no hace referencia a que en la mina de wolframio Mari Carmen de Monte Neme unos trabajadores hallaron en 1957, durante unas labores de bateo, una arracada de oro (Edad de Hierro) que está expuesta en el Museo de Pontevedra. Este pendiente de oro castrexo fue encontrado en el cauce viejo del arroyo Bandeira. Se expone en una vitrina: es un aro del que cuelga un triángulo formado por pequeñas bolitas como si fuese un racimo.

Visitantes en una balsa antes de su vallado en 2018. Arracada de oro hallada en Monte Neme (la del fondo), en el Museo de Pontevedra | // M.V. Marta Villar

Esta arracada de oro no es lo único que fue hallado. Hay piezas en el Museo de Pontevedra inventariadas pero sin exponer, encontradas en el Neme y que pertenecen a distintas épocas de la historia, aparte de la arracada: una vasija medieval, un fragmento de vaso y otros restos cerámicos de la Edad de Bronce; una lamparilla y una pala modernas, de su explotación minera; una punta de lanza “medieval o romana” y tres monedas, unos maravedíes de Felipe IV, del siglo XVII, según destacan desde el museo pontevedrés.

Todos estos elementos han sido encontrados de forma casual, sin realizar ninguna excavación arqueológica. Y después de que este monte haya sido arrasado para explotar su riqueza minera. Es rico en estaño, que al parecer ya explotaban los romanos, y en wolframio, que atrajo a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El wólfram o tungsteno tiene el punto de fusión más alto de los metales, solo el diamante es más duro, y los alemanes lo utilizaron para reforzar tanques y proyectiles.

Wolframio inscrustado en cuarzo blanco (propiedad particular) y restos de lo que queda de la Eira das Meigas. | // M.V. Marta Villar

Fue un mineral estratégico en España y que convirtió a la comarca de Bergantiños en un escenario de película, con agentes nazis, aliados y espías. Fueron los años de la fiebre del wólfram, que aún se explotó, ya por particulares, después de finalizada la guerra. Su explotación dio trabajo a gran número de familias de la comarca, fue el motor económico de Carballo y supuso la salida de la pobreza en muchas casas (y el inicio de la riqueza de conocidos empresarios).Abundaban esos años los estraperlistas y los que acudían a robar mineral a pesar de la continua vigilancia de la Guardia Civil.

Todo este pasado llevó a algunas entidades culturales a proponer la creación de un museo o centro de interpretación en este monte para recuperar una historia que cambió el curso de muchas vidas, un museo al igual que el de las minas de Fontao en Vila de Cruces, por ejemplo.

Tras el declive del wólfram las minas fueron abandonadas, tal y como estaban, con construcciones y pozos abiertos. Hasta que llegó Leitosa SAU, filial del extinto grupo valenciano Sedesa, propiedad de la familia del vicepresidente de la Generalitat de Valencia Juan Cotino. Esta sociedad explotó áridos y cuarzo en el Neme sin depositar ningún aval para garantizar su restauración. Tras quebrar en 2012, se abandonó una vez más la mina dejando restos de construcciones y las grandes balsas de agua en la cumbre.

Los tesoros ocultos de Monte Neme Marta Villar

Una de estas balsas se desbordó en febrero de 2014 y el agua esmeralda-turquesa corrió monte abajo arrastrando tierra y piedras, dañando plantaciones de particulares y originando un complicado pleito hasta que los titulares cobraron. A pesar de este peligro conocido, nadie tomó medidas para acotar la zona, de libre acceso. Hasta que en 2018 las instagramers descubrieron los lagos turquesa y fue viral, tendencia en toda España. Se bañaron en aguas tóxicas. Aún así, hasta 2020 la Xunta no se decidió a instalar una valla metálica de 2,5 metros de altura para evitar el acceso a estas balsas.

No figuran tampoco en el estudio de impacto ambiental las galerías enterradas y los pozos que aún existen en este entorno, enterrados o invisibles por estar cubiertos por la maleza y que suponen un gran peligro. Solo algunos mayores, con propiedades en esta zona, conocen alguno de estos pozos porque tradicionalmente “se descargaba dentro, con el remolque del tracto, las vacas que se morían”, según cuenta un vecino de Malpica. Otro aspecto que da cuenta de la riqueza de recursos de este monte son sus innumerables manantiales (para los que la ONU reclama la máxima protección) y corrientes subterráneas, además de los regatos conocidos. Algunos de estos manantiales son aprovechados y captados por varias viviendas de la zona.

El parque eólico de Monte Neme fue admitido a trámite por la Xunta en 2007. En 2020 la promotora anunció ocho aerogeneradores pero el pasado mes de marzo se expuso el nuevo proyecto, ahora con cuatro aerogeneradores pero más potentes, junto con la, declaración de utilidad pública y urgente ocupación y el estudio de impacto ambiental (afecta a 135 fincas de particulares y monte vecinal de mano común). Como son los aerogeneradores más potentes, de seis megavatios cada uno, tienen que instalar “un sistema de regulación” para sobrepasar los 16 que tiene autorizados.

Los tesoros ocultos de Monte Neme Marta Villar

La partición de proyectos eólicos es una de las críticas de los ecologistas y uno de los cuestionamientos que figuran en las alegaciones que han elaborado plataformas como la Asociación Ambiental Petón do Lobo, que tras el trabajo de estudiar las más de mil páginas del proyecto ha elaborado alegaciones-modelo para todos los que quieran suscribirlas.

También se ha movilizado la Plataforma pola Defensa do Monte Neme y otras entidades. Unas demandan la restauración de la cantera, el drenaje y sellado de las balsas tóxicas. Otras reclaman además la inclusión del monte en el Parque do Megalitismo da Costa da Morte, pensando en el gran atractivo turístico, de riqueza por ingresos de visitas para ver la historia de las minas, el paisaje marítimo, restos de castros a lo largo del monte. Pero en ningún caso promocionar unas lagunas tóxicas y peligrosas.

“No entendemos cómo puede ser calificado como de interés general un proyecto tan negativo para la zona, cuando las afecciones son muy negativas para la gente y la zona y los beneficios son prácticamente en su totalidad para la empresa privada. Afecciones que afectan al patrimonio natural y cultural y a la gente, imposibilitando el futuro aprovechamiento sostenible del monte y una verdadera economía verde y transición ecológica justa. No queremos un Monte Neme como polígono industrial sino como un espacio natural y patrimonial simbólico”, subraya el coordinador de la Plataforma pola Defensa do Monte Neme, Adrián Eirís. Estos colectivos están ahora con movilizaciones.

El estudio de impacto ambiental del proyecto eólico tiene una adenda que incluye elementos que no se habían tenido en cuenta en el primero, como el castro de Brión, en la parroquia de Leiloio y (no en Buño como figura en el expediente). A poco más de un kilómetro de los futuros aerogeneradores está este castro pero también el de Oza, el de Rodo y el Cances (Carballo), remitiendo al pasado castrexo de estos montes.

En esta adenda informa sobre uno de los elementos más curiosos y singulares que existen en el Neme: la Eira das Meigas o círculo lítico. La leyenda dice que en San Juan las meigas se reunían allí con el macho cabrío para el aquelarre. Hoy en día apenas es un círculo de unos diez metros de diámetro. Hace años aún había una docena de piedras formando dicho círculo.

Generaciones de Carballo y Malpica conocen la Eira das Meigas y la han reconstruido tras daños por la ejecución de pistas y la actividad extractiva. La insistencia en la reconstrucción, más allá de la reinterpretación hoy en día como lugar de meigas, ha llevado a apuntar la existencia de un antiguo crómlech en esta cumbre, como el de Stonehenge. También desde la plataforma Monte Neme resaltan la existencia de esta “reconstrucción de uno de los pocos crómlech de Galicia”.

En este entorno también se encuentra un asentamiento fortificado y la Mámoa de Os Chas. Según el estudio arqueológico, la ejecución del parque eólico no tendrá ningún impacto en ellos. También subrayan que no se ubicarán los aerogeneradores en zonas protegidas o hábitats de interés comunitario. A 2,5 kilómetros existe una zona de especial protección para las aves, con una población de escribano palustre en las marismas de Baldaio, de las pocas que existen en Galicia.

Aquí existe una importante presencia de aves rapaces, sobre todo ratoneros, cernícalos, halcón común y algún azor, además de búhos y lechuzas. En el proyecto se indica que podrían producirse “sinergias negativas” entre el parque de Monte Neme y los de Monteagudo y Pedrarrubia, generando una afección “desfavorable en lo relativo al aumento del riesgo de colisión” para las aves.

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