La Opinión de A Coruña

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El tirón de las motos aumenta los accidentes mortales: Galicia suma el 8% de toda España

En el último lustro fallecieron en las carreteras de la comunidad 80 motoristas | Este colectivo vulnerable representa ya casi uno de cada cinco muertos en siniestros viarios

Control de tráfico motos en Galicia

Control de tráfico motos en Galicia

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Control de tráfico motos en Galicia R. Prieto

Sobre una moto, todos somos de cristal. Bajo este lema, la DGT lanzó en abril de 2018 una campaña de concienciación sobre el riesgo de no asumir una conducción responsable sobre los vehículos de dos ruedas. La proliferación de las motocicletas tanto por razones de ocio como laborales —se utilizan cada vez más en los desplazamientos cotidianos para ir al centro de las ciudades— ha colocado a este colectivo en el punto de mira de Tráfico ya que suma un alto porcentaje de fallecidos. Y si bien el binomio velocidad-distracción resulta fatal a la hora de ponerse al volante de un turismo, una furgoneta o un vehículo pesado, las consecuencias por acelerar más de la cuenta y acabar impactando contra un guardarraíl o un árbol son todavía más nefastas sobre dos ruedas. En la actualidad, el 16,6% de los muertos en las vías gallegas son conductores de motocicletas y ciclomotores.

Con la llegada del buen tiempo, miles de motoristas se echan a la carretera. Ese aumento de las salidas junto con el tirón de los vehículos de dos ruedas en los últimos años ha provocado un aumento de la siniestralidad entre este colectivo vulnerable. En lo que va de año ya son tres los conductores de vehículos de dos ruedas fallecidos en la red viaria gallega, lo que representa el 8% del total de muertos en España. Y el año pasado, pese al a reducción de la movilidad por la pandemia, se dejaron la vida en el asfalto de la comunidad 13 motoristas, el 7% del conjunto del país. El pico máximo desde 2016 en Galicia se alcanzó precisamente ese año, con un total de 18 conductores de motos y ciclomotores muertos (casi el 10% de toda España), mientras que en el territorio nacional el peor dato se registró en 2019 con 222 muertos sobre dos ruedas. En el último lustro (2017-2021), un total de 77 motoristas fallecieron en Galicia, que se elevan a 80 con las tres víctimas mortales en lo que va de año.

Un agente de la Guardia Civil de Tráfico durante un control a motocicletas. G. C.

El aumento de la accidental con este tipo de vehículos en los últimos años llevó a Tráfico a reforzar la vigilancia sobre este colectivo en las carreteras más frecuentadas por los moteros. Las vías secundarias y de trazado sinuoso son las más conflictivas. Esta configuración las hace atractivas para circular en moto, pero las convierten en vías muy peligrosas si no se respetan las normas. El Sector de Tráfico en Galicia tiene identificadas zonas habituales de concentración de motoristas en todas las provincias gallegas, entre ellas la antigua Nacional 6 a su paso por la conocida como Cuesta de la Sal, la carretera provincial que une Valga con Catoira o la autonómica que va hasta A Fonsagrada.

Los fines de semana son los más peligrosos para los vehículos de dos ruedas. El viernes, sábado y domingo concentran el mayor número de siniestros viales del motorista que la utiliza como ocio. Porque luego está el motorista que la utiliza por necesidades de movilidad o por trabajo, que suele tener los accidentes en horario laboral o en itínere, según explican desde la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia.

El tipo de siniestro en el que se ven implicadas las motocicletas son las salidas de vía, normalmente por exceso de velocidad, velocidad inadecuada o distracción. “Salida de vía y colisión contra obstáculo (guardarraíl, poste…) termina generalmente en fallecimiento; después están los producidos por adelantamientos antirreglamentarios, bien por el propio motorista o por otro usuario de la vía que no se percata que viene una moto de frente. De ahí la importancia de utilizar el alumbrado en la moto, y si es posible llevar prendas de alta visibilidad”, destaca Héctor Teixeira, guardia civil en el Sector de Tráfico en Galicia, con sede en Oleiros.

El estado de la vía, advierte, influye —“y mucho”— en las consecuencias del accidente en el que se ve implicado un motorista. “Por eso, es muy importante ir bien equipado, y respetar las normas; especialmente en aquellas vías que son especialmente peligrosas y no tienen medidas de protección para el motorista”, aconseja Teixeira.

Para tratar de reducir las negras estadísticas de la accidentalidad sobre dos ruedas, desde el Sector de Tráfico en Galicia aconsejan ir bien equipados, con ropa dotada de protecciones, calzado, guantes y un buen casco. “En caso de siniestro esto minimizará las lesiones”, destacan. E, insisten, “por supuesto nada de alcohol y drogas, que si son peligrosas en cualquier vehículo mucho más en los de dos ruedas”.

En lo que va de año, las patrullas de la Guardia Civil han interceptado a un total de 88 motoristas que han dado positivo en alguna de las pruebas de alcohol y drogas realizadas. “Esos motoristas son un auténtico peligro para ellos mimos y para los demás”, advierte Teixeira.

Accidentes que dejan importantes secuelas o lesiones muy graves

A los 80 fallecidos en accidentes de moto desde 2017 en las carreteras gallegas se suman más de 400 heridos —que suponen casi el 9% de toda España—. “Se habla mucho de los fallecidos pero son también muchos los heridos que quedan con importantes secuelas o lesiones muy graves. La mayoría son de gente joven, con lo que son especialmente dolorosos”, lamenta Héctor Teixeira, del Sector de Tráfico en Galicia.

El pasado mes de marzo, un motorista de 50 años falleció en la localidad ourensana de A Merca tras chocar contra la valla de seguridad de la carretera. La función de los guardarraíles es la de absorber el impacto de la colisión, deformarse e impedir que los vehículos salgan de la carretera, pero son una gran amenaza para los motoristas: desde cortes profundos, hasta el síndrome del latigazo, traumatismos e incluso amputaciones. Ese mismo mes, un hombre de 67 años murió al colisionar con su moto contra un camión en A Barca (Pontevedra). Su esposa resultó herida grave. En febrero, otro motorista de 49 años falleció en Meaño tras chocar contra una casa y un coche estacionado. Desde el Sector de Tráfico destacan que los motoristas, en líneas generales, son cumplidores.

“El problema —expone Teixeira— es ese número reducido que provoca siniestros viales por el incumplimiento de la norma. Esos son los que pretendemos detectar”.

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