La Opinión de A Coruña

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Una flota de autobuses “tercermundista”

Pasajeros de la línea A Coruña-Ferrol denuncian averías que suman 30 minutos más de viaje, traslados en furgoneta o taxi cuando el bus va lleno o puertas que se abren en plena autopista

Unsuarios del transporte público en una protesta la semana pasada en Ferrol. | // CEDIDA

Poco más de 50 kilómetros. En coche, el viaje entre A Coruña y Ferrol por autopista dura 40 minutos y en autobús entre 50 minutos y una hora. Pero esa programación en transporte público se ve alterada casi a diario, según denuncian los usuarios, por la falta de flota de la empresa concesionaria del servicio en la comarca de Ferrol, una situación que sitúan en diciembre de 2020 —fecha en la que una unión temporal de empresas liderada por el grupo Monbus asumió la mayor parte de las líneas de la zona— y que trajo consigo la supresión de frecuencias, ajustes horarios, falta de plazas, retrasos y deterioro de los vehículos. Esta semana comenzó con incidencias en varias líneas, con llamadas a la adjudicataria y a la Xunta para comunicar las “deficiencias” del servicio e “incumplimientos” del contrato.

El lunes, los usuarios de la línea A Coruña-Ferrol de las 15.30 horas se enfrentaron a una avería que derivó en una especie de “secuestro” a bordo, según relata una de las trabajadoras que viajó en ese autobús. El martes, universitarios se quedaron sin plaza en las furgonetas que los recogen en el campus y tuvo que ir a buscarlos el autobús que no tiene parada en el campus. Y ayer mismo pasajeros de la conexión de primera hora Ferrol-A Coruña (06.45 horas) se quedaron sin plaza en el autobús y tuvieron que esperar a que un taxi o una furgoneta puestos por la concesionaria fueran a recogerlos.

“El transporte en nuestra comarca es tercermundista. Somos la séptima ciudad de Galicia y carecemos de horarios, trayectos y plazas. Cuando se llenan los autobuses, hay que esperar a que venga una furgoneta o un taxi…”, denuncia Teresa Vázquez, portavoz de la Plataforma por un Transporte Digno para Ferrol.

Desde Monbus eludieron hacer declaraciones a este periódico y remitieron a la UTE y a la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade.

Por su parte, el departamento que dirige Ethel Vázquez atribuyó la avería sufrida el lunes como un “incidente ocasional” en uno de los vehículos, “teniendo en cuenta que en el marco de ese contrato son 40 los vehículos que circulan todos los días”. Tras lamentar las molestias ocasionadas a los pasajeros, Infraestruturas e Mobilidade se remitió a la información facilitada por la concesionaria: el incidente fue solucionado en un corto espacio de tiempo (“inferior a 30 minutos”) y los viajeros trasladados en otros vehículo a Ferrol. “La Xunta mantendrá activo el seguimiento continuo que hace del funcionamiento de las líneas de transporte de autobús interurbano para garantizar la prestación de un servicio de calidad a los usuarios”, aseguran desde el departamento dirigido por Ethel Vázquez.

“Fue todo un despropósito. Fuimos todo el recorrido en tensión porque el conductor se negaba a hacer las paradas estipuladas y hasta que lo llamaron desde la empresa hizo caso omiso a todo cuanto se le decía”, relata Fernanda Soutullo, miembro de la Plataforma por un Transporte Digno para Ferrol. El autobús que debía haber llegado a la entrada de Ferrol a las 16.20 horas, lo hizo a las 17.00 horas. “El problema es que no se trata de una situación excepcional, las incidencias ocurren todos los días”, cuestiona. En la ruta A Coruña-Ferrol de las 15.30 horas del lunes, los pasajeros salieron con retraso de la ciudad por una avería en el autobús tras varias paradas en el centro. “Acabó casi siendo un secuestro”, relata una pasajera. Este vehículo con rotulación diferente se dirigió a Alfonso Molina, done había una cola de gente esperando el autobús, con la intención de que otro recogiese al pasaje. El conductor, al constatar que la totalidad de las personas cabían en el vehículo y como “no venía el otro” continuó con marcha detallando a los viajeros que se trataba de un servicio “Rescate” de “Estación a estación”, sin realizar las habituales paradas. “Es decir, que a la mitad de los pasajeros que se iban a bajar en Fene no se dio esa información antes para bajarse a esperar el siguiente autobús”, cuestiona una usuaria.

Ante esta situación, una pasajera se puso en contacto con Monbus y desde la adjudicataria se acabó dando la orden al conductor de que debía realizar las paradas habituales en la ruta. Pese a la orden, los pasajeros tuvieron que seguir regateando otras paradas como las de Caranza o Porta Nova, así como explicando al chófer por dónde tenía que ir para dirigirse a cada punto. “Es increíble, tuvimos que viajar protestando al conductor a la hora que ya teníamos que estar en casa para que no se metiera por la autopista”, lamentan. Desde Monbus, según relata la pasajera que llamó, pidieron disculpas por lo ocurrido. “Las disculpas están bien, pero con disculpas no se soluciona el problema. Hace falta un servicio de calidad”, reclaman desde la Plataforma por un Transporte Digno para la comarca de Ferrol.

Solo un día después de esta avería y la negativa del chófer a hacer las correspondientes paradas en la ruta A Coruña-Ferrol, la furgoneta de las 14.00 horas que recoge a universitarios se quedó sin plazas y tuvo que ir el autobús de las 14.30 horas -que no tiene en su ruta la Universidad- a recoger a los estudiantes que se habían quedado “tirados”, denuncian desde el colectivo de usuarios. Y ayer mismo, el primer autobús Ferrol-A Coruña volvió a llenarse con lo que la decena de personas que se habían quedado sin asiento tuvieron que esperar a que la concesionaria enviase un taxi o furgoneta para que los llevase a destino.

En los últimos meses, el colectivo ha organizado varias manifestaciones en la comarca y ha comunicado las quejas por las continuas incidencias a Monbus y a la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade. A comienzos de abril, según denuncian los usuarios, en el autobús de primera hora de la mañana (06.45 horas) de Ferrol-A Coruña la puerta del autobús se abrió hasta en cuatro ocasiones en el trayecto. “El conductor tuvo que parar en medio de la autopista para cerrarla. Dijo que era un fallo de los sensores, con el riesgo que eso supone para los pasajeros del propio autobús y del resto de usuarios de la vía”, advierte Fernanda Soutullo. Además de puertas que se abren en pleno viaje, los usuarios advierten de que hay vehículos en los que se caen las placas del techo y otros con goteras. “La flota no es suficiente para las rutas que hay y hay vehículos en mal estado, algunos con una antigüedad de entre 12 y 15 años”, cuestionan trabajadores que recorren a diario la ruta Ferrol-A Coruña y viceversa.

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