En 2023 será la próxima cita con las urnas, las elecciones municipales. Pero el BNG ya tiene la mirada puesta en las autonómicas de 2024, en el que aspira a ganar al PP el asalto a la Xunta. En una reunión en Santiago con alcaldes y ediles nacionalistas con vistas a preparar la estrategia para los comicios locales, la líder del Bloque, Ana Pontón, los llamó a dar la batalla en las municipales como para previo a una victoria en las autonómicas.
Pontón defendió que “si algo sabe el BNG” es “ganarle a Rueda y al PP” —en alusión a las derrotas en Pontevedra— y se ha comprometido a “continuar la racha” en las autonómicas.
“Os aseguro que en el PP están nerviosos y tienen motivos para estarlo”, ironizó, al tiempo que auguró “un cambio de ciclo en Galicia” que, asegura, “no comenzó ayer” —tras la dimisión el viernes de Feijóo como presidente de la Xunta—, sino en las pasadas elecciones gallegas, cuando “la ciudadanía decidió colocar al BNG como segunda fuerza política”.
Pontón reivindicó que Galicia “tiene hambre de cambio” y de dejar atrás “el desastre de estos años de gobierno del PP.” Un cambio que, dijo, “solo puede liderar el BNG”, que aspira a hacerlo “desde la humildad, pero con ambición”. “Vamos a ir a por todas a disputarle la hegemonía al PP para darle un futuro mejor a este país”, apuntó.
La líder del Bloque lamentó que desde las últimas elecciones “hay quien difunde la teoría de que el BNG tiene un techo”, pero advirtió de que, “cada vez que se hace una encuesta” lo que se refleja es “que quien llegó a su techo es el PP”. “El BNG no tiene límites”, zanjó.
