El hombre acusado de haber asesinado a su hermana y su sobrina en agosto de 2020, que es juzgado esta semana por un tribunal de jurado en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra (con sede en Vigo), Miguel G.R., ha declarado este lunes en la primera jornada de la vista oral y ha admitido que disparó contra las víctimas, según su versión "en defensa propia", y que estaba "harto de ellas": "Cargué y pum, pum, no me lo pensé dos veces".

Así de crudo ha sido su relato de lo ocurrido ese 20 de agosto cuando, según su declaración, su hermana Genoveva y su sobrina Noelia se presentaron en su casa, armadas con aperos de labranza (una azada y un machete) para recuperar una escalera, y "tiraron la puerta abajo", rompiendo sus pertenencias. "Pudieron coger la escalera y marcharse, pero volvieron. Le dije 'mira lo que tengo (en alusión a una pistola del calibre 9 mm), si das un paso más te pego un tiro en el corazón'", ha manifestado.

Según su declaración, al ver que las dos mujeres levantaban la azada y el machete reaccionó porque "no había alternativa". "Dije ¿como? cargué y pum, pum, no me lo pensé dos veces, estaba harto de ellas. Vinieron a buscar la muerte a mi casa", ha proclamado, aunque luego ha matizado que "no tenía intención" de matarlas. "Disparé al cuerpo, fue mala suerte que les diera en el corazón", ha añadido.

La Fiscalía pide para el procesado un total de 44 años de prisión por dos asesinatos y un delito de tenencia ilícita de armas, unas penas que las acusaciones particulares elevan a 52 años. Por su parte, la defensa admite la posesión ilegal del arma y pide una condena de un año de cárcel, así como la absolución en el caso de las muertes, al considerar que actuó en legítima defensa y llevado por un miedo insuperable.