Galicia sigue en prealerta por sequía y la Xunta, al menos por el momento, se resiste a incrementar el nivel de alarma. Pero sí ha solicitado formalmente a los concellos que comiencen a restringir el consumo de agua, o las medidas que consideren oportunas, “para evitar problemas de abastecimiento”. A modo de consejo, el Gobierno gallego plantea la reducción del riego en jardines y utilizar técnicas más eficientes, revisar las instalaciones para evitar pérdidas, reducir durante la noche la presión en las redes de abastecimiento, restringir la renovación de agua en las piscinas, llevar al mínimo el baldeo de calles o hacer un uso eficiente del agua en el lavado de coches.

La recomendación afecta a la demarcación Galicia-Costa, sobre la que tiene competencias, que abarca a la mitad occidental de la comunidad pero concentra al 73% de la población. A sus alcaldes la Consellería de Infraestruturas, a través de Augas de Galicia, les envió ayer una carta para informarles de la situación de prealerta por sequía y demandarles la adopción de medidas que restrinjan el consumo de agua. En su último informe —de hace una semana—, ya había confirmado la “anomalía hidrológica” que se había detectado en los anteriores meses del año, siendo una de ellas que los caudales circulantes registrados en los ríos de la demarcación fueron en el mes de abril un 48% inferiores a los que normalmente se registran en este mes del año. Además, para este mes no se esperaban precipitaciones importantes.

La Xunta admite que los índices están empeorando, aunque todavía no se alcanzan los umbrales para la declaración del estado de alerta, pero en todo caso anima a los ayuntamientos a implicarse con el consumo responsable de agua.