La falta de lluvias amenaza el suministro de agua en Galicia, que ya se encuentra en situación de prealerta desde hace meses. Las previsiones, el calor previsto para el verano y el aumento de demanda por la llegada de turistas, especialmente a enclaves costeros, constituyen un nuevo problema a corto plazo. “Agosto y septiembre pueden ser muy preocupantes”, alertó ayer la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez.
La semana pasada, la Xunta ya envió una carta a los municipios de la comunidad reclamando medidas para reducir el consumo de agua, como limitar el riego de jardines o el baldeo de calles para prepararse ante un verano problemático de escasas precipitaciones. Vázquez porfió ayer en pedir un “uso eficiente” del agua para evitar cortes en el suministro. “Son gestos y medidas sencillas que a largo plazo pueden ser muy útiles para evitar pasar a una situación de escasez”, declaró ayer durante la presentación del Plan Hidrológico de Galicia-Costa 2021-27, con el la Xunta pretende “lograr el buen estado del 100% de las masas de agua” de la cuenta que es de su competencia.