La consecuencia más inmediata del derrumbe este martes de un tramo del viaducto de O Castro, en la Autovía del Noroeste (A-6) -a medio kilómetro del límite de las provincias de Lugo y León-, que estaba en obras, ha sido la decisión del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) de desviar todo el tráfico, en ambos sentidos -hacia Madrid o hacia A Coruña- a través de la Nacional 6, a la espera de que los técnicos determinen qué ha sucedido.

Desprendimiento del viaducto de la A-6 en el límite de las provincias de Lugo y León. EL PROGRESO

El alcalde de Pedrafita do Cebreiro ha confirmado a Efe que el Ayuntamiento fue informado ayer de que "todo el tráfico iba a ser desviado por Pedrafita", una circunstancia que se ha dejado sentir desde el primer momento en el casco urbano de esta localidad de A Montaña lucense.

"Hay mucho tráfico", ha reconocido el alcalde, aunque "la situación, de momento, es de normalidad". Raposo Magdalena ha lamentado este miércoles que "todo el tráfico de la A-6 vuelva al pueblo" tras el desplome de un viaducto.

Ha explicado que, al menos de momento, "nadie sabe qué plazos" se manejan para restablecer la circulación por la autovía, dado que las obras que estaban en marcha desde hace más de un año ahora se demorarán a causa de esta contingencia.

"Vamos a tener una reunión hoy", ha precisado, con el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; la subdelegada en Lugo, Isabel Rodríguez; y el director general de Carreteras, Javier Herrero, que visitarán a primera hora de la tarde la zona en la que se produjo el desplome del viaducto.

"Ahora, habrá que analizar lo que ocurrió", ha dicho Raposo Magdalena, para tomar decisiones al respecto.

En cuanto a la vida del pueblo, ha manifestado que el hecho de que todo el tráfico haya sido desviado por la travesía "es un engorro gordo".

"Ya hubo problemas en el invierno, porque el firme de la Nacional está muy deteriorado", ha lamentado.