La Opinión de A Coruña

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La ría de O Burgo, uno de los seis espacios de Galicia con bandera negra

Ecologistas en Acción cuestiona que primen el interés económico y lúdico sobre el del ecosistema y de la renaturalización de la zona

Vista de la ría de O Burgo. | // VÍCTOR ECHAVE

La calidad de las aguas, la seguridad y los servicios han permitido que este año logren la bandera azul 122 playas en Galicia, lo que la convierte en la tercera comunidad con más galardones en sus arenales. Pero en el otro lado del mapa del litoral, están las enseñas negras con las que Ecologistas en Acción premia de forma simbólica los puntos que por sus vertidos, reestructuración del territorio o urbanización son una amenaza para el litoral.

La mala gestión de las aguas, los vertidos descontrolados, la urbanización excesiva de la costa e incluso la contaminación por cremas solares son algunos de los males que denuncian los ecologistas en el informe de este año, que otorga en el conjunto del país un total de 48 banderas negras, seis de ellas a espacios y playas costeras gallegas que destacan por su contaminación y mala gestión del litoral. En concreto, ha dado este distintivo al dragado de la ría de O Burgo (A Coruña) por mala gestión, minas de San Finx , en Lousame; las playas de Vigo por una gestión ecológicamente poco respetuosa en los arenales del municipio; el estuario de la Foz, entre Nigrán, Gondomar y Baiona por contaminación; la playa de Arealonga, en San Cosme de Barreiros (Lugo) por estar contaminada e Illa Pancha, en Ribadeo, por mala gestión.

Sobre la ría de O Burgo, que ya en anteriores ediciones se había hecho con la bandera negra —la última ocasión en 2019—, Ecologistas en Acción advierten de que “por fin han comenzado los trabajos de dragado con un retraso de más de una década en el estudio, planificación y licitación de la actuación, tras posponerlo por falta de voluntad política y conflictos económicos”. “Un trabajo que se centra en la mera limpieza, perdiéndose la oportunidad de realizar una recuperación ambiciosa de la ría y renaturalización del entorno”, recoge el informe.

“Altamente invasivo”

Sobre el dragado, apunta que aunque es un proyecto “valioso y necesario” también resulta “altamente invasivo” con un gran impacto sobre el entorno y contaminante por la maquinaria que precisa, la construcción de rutas y estructuras temporales, la ampliación del paseo marítimo, el traslado de especies, el estrés que se aplica sobre dicho ecosistema.

“Es un proyecto que se ha planteado como solución a un determinado problema —la contaminación—, sin intentar enfocar el resto de problemas, como los vertidos de municipios y agricultura, el origen y facilidad de expansión de las especies invasoras, el seguir ganando espacio al mar con los consiguientes riesgos de inundaciones y afecciones a los ciclos naturales”, recoge el informe sobre el dragado de la ría coruñesa.

¿La conclusión? Ecologistas en Acción sostienen que “se ha primado el interés económico, lúdico o de pasaje sobre el interés del ecosistema o de la renaturalización de los espacios, en los que se busque la integración de la vida y espacios humanos con el resto de la biodiversidad, así como el respeto de los ciclos y espacios propios de la ría y de su ecosistema”.

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