La Opinión de A Coruña

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El Eco, sinfonía de una ciudad

La coral polifónica logra una de las Medallas Castelao en su 140 aniversario, orgullosa de su origen obrero y confiada en “tener un largo futuro por delante”

La coral polifónica El Eco, en los locos años 20 de A Coruña LA OPINION

En 1927, la capital alemana defendía su pujanza en Berlín, sinfonía de una ciudad. Y al mismo tiempo, A Coruña mostraba su riqueza cultural con la primera formación mixta de la coral polifónica El Eco. Nacida entre 1881 y 1882, con el espíritu obrero de los cánticos solidarios bajo el humo de las fábricas, se adentraba en el último tramo de los años 20 con hombres y mujeres en sus filas. Desde entonces, El Eco se ha colgado las Medallas de Oro y Plata de A Coruña, las Medallas de Oro de París y Oporto, la Cruz de los Ángeles de Buenos Aires y se ha convertido en órgano oficial del Concello de A Coruña. Pero aún faltaba la Medalla Castelao, que ahora concede la Xunta a esta institución cultural que pone sinfonía a una ciudad desde hace casi siglo y medio.

Las más jóvenes del coro en el año 2001 IRENE MOLINA

Así lo anunciaba este jueves el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, como un reconocimiento del Gobierno autonómico en honor a la “agrupación más antigua de España que está en activo” . Las otras Castelao son para el político nacionalista Camilo Nogueira, el chef Javier Olleros, el periodista Javier Sánchez de Dios y el club de fútbol sala Pescados Rubén de Burela (mejor equipo del mundo y campeón de Europa).La entrega será el 28 de junio. Y el presidente de El Eco, Carlos González-Garcés, recalca que “esto demuestra que tenemos un largo futuro por delante, si la pandemia y la economía lo permiten”.

Hace dos años, la formación ya recibió la Medalla de Oro Marcial del Adalid. A los reconocimientos, la coral llega “con el reto de seguir renovándonos y después de tres años muy duros, como cuando no pudimos participar en el octavo centenario de la fundación de la Universidad de Salamanca”. El coro llegó a estar casi “cerrado, salvo reuniones en pequeños grupos”. Y según comenta González-Garcés, “solo a base del tesón y el esfuerzo de los coralistas y el director fuimos superando una situación anormal”.

Aunque en otros coros se apuntan más mujeres, en El Eco hay tantas voces masculinas como femeninas hasta crear una sinfonía de 50 participantes. En sus orígenes destaca “Pascual Veiga, que puso música al Himno Galego y decidió fundar este coro cuando tenía 40 años”. Las raíces obreras se explican “en un contexto muy común del siglo XIX con el ambiente de trabajo en la fábrica, tenía un componente de expansión y otro reivindicativo”. González-Garcés enumera a “Pascual Veiga como primer presidente y director, otros maestros como Chané que fue sumamente popular, Martínez-Risco o Rogelio Groba”.El Eco funcionó así como “dinamizadora de corales y de la cultura en A Coruña, con actuaciones por toda Europa con música popular gallega, religiosa u ópera.”

Esta coral también bebe los vientos del océano, al igual que todas las ciudades marineras con espíritu musical. Su presidente admite que “estas sociedades se renuevan difícilmente, puedo poner ejemplos lejanos como el Centro Gallego de Nueva York en período de envejecimiento... parece que los jóvenes tienen aficiones más variadas que antes, pero somos la excepción y lo digo con orgullo, hace ocho años pensaba que la renovación sería más difícil”.

El calor de los aplausos y el fervor de las bodas

A lo largo de este verano, El Eco actuará en diferentes centros cívicos de A Coruña a través de un convenio con el concello y en el Festival de Habaneras. El acto de las Medallas Castelao del día 28 se cerrará con esta coral de A Coruña interpretando el Himno Galego, en recuerdo a su fundador Pascual Veiga. Hay más conciertos hasta diciembre, además de actuaciones en bodas “como una a finales de junio con nietos e hijos de coralistas´.

Sus miembros dedican entre seis y diez horas semanales de ensayo. Pero como explica su presidente desde hace diez años, Carlos González-Garcés, “después tienes la gran satisfacción de un producto bien elaborado que gusta al público y te aplaude”. Así ocurrió en el concierto del 140 aniversario en la iglesia de San Nicolás: “El público no aplaudía por compromiso, sino durante mucho tiempo y con mucha intensidad”.

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