La flota de Gran Sol todavía sigue recuperándose del shock recibido esta semana desde Bruselas con el plan de la Comisión Europea de vetar la pesca de fondo en 94 áreas a lo largo de un corredor que se extiende desde el Golfo de Cádiz y hasta el norte del histórico caladero. La prohibición, en aras de proteger los ecosistemas marinos vulnerables (VME, en inglés) detectados o que se espera que estén en esas zonas, sigue coleando al afectar de forma directa a los arrastreros y, sobre todo, a los palangreros de fondo. La Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare) se basó en un dictamen realizado por los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) que, para culminar la semana, han hecho públicas sus recomendaciones de cara a las posibilidades de pesca del próximo curso. Y si bien contiene malas noticias en lo que respecta a las cuotas de aguas ibéricas, lo cierto es que en esta ocasión (y no es habitual) los expertos alivian a los gransoleros al aconsejar importantes incrementos en los cupos de merluza, rape y gallo.

Aunque de poco servirá tener cupos sin caladeros en los que pescarlos (en relación al palangre), lo cierto es que los científicos apuestan por aumentos significativos. Empezando por el de la merluza. Para el ICES, el límite de capturas para el stock del norte estaría en 83.130 toneladas, un 5,4% más respecto al total admisible de capturas (TACs) de este año. De adoptarse esta recomendación, se cortarían tres años de descensos.

En lo que respecta al gallo o rapante, el ICES apuesta por un aumento de la cuota del 16,3%, hasta las 24.176 toneladas, es decir, casi 4.000 más que los últimos TACs acordados, lo que beneficiará a la flota rapantera. El cupo de rape, también en Gran Sol, se incrementaría en su caso un casi un 12% (un 11,9%, concretamente), hasta alcanzar un total de 58.434 toneladas. Situación opuesta es la que se vivirá, un año más, en aguas ibéricas. Si bien en el caso de la merluza por fin llegan buenas noticias, tras el cambio en el sistema de evaluación, no pasa lo mismo con el rape ni con el rapante.

El límite para la merluza que se captura en las zonas VIIIc y IXa (entre el Golfo de Cádiz y el País Vasco) estaría para ellos en las 11.791 toneladas, un 50,4% más. Mientras, en el caso del gallo la cantidad que se podrá pescar para el próximo año, según el ICES, debe ser de un máximo de 968 toneladas, un drástico recorte del 60,4%. Un tijeretazo importante que se suma a los propuestos para el rape blanco (-41,3%) y el rape negro (-46,6%), con 2.271 y 2.064 toneladas, respectivamente.

Sangrante también es el caso de la cigala de aguas ibéricas. Las tres unidades funcionales (UF) siguen bajo mínimos y solo está abierta la 31 (situada frente a Asturias, Cantabria y País Vasco) y con solo 17 toneladas, un 15% respecto al TAC de este año. En las otras dos, que afectan a Galicia, el cupo sigue a cero.