La Opinión de A Coruña

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Galicia recupera la actividad de 1.700 locales comerciales, un 21% más que hace un año

Hoy son 6.350 los bajos vacíos en la comunidad frente a los más de 8.000 del verano pasado. La recuperación se concentra en las ciudades, con la excepción de Ourense y Ferrol

Locales comerciales vacíos tras el estallido del COVID. ALBA VILLAR

Cafeterías, restaurantes, establecimientos de alimentación, tiendas de ropa, menaje, gominolas, ferreterías... La pandemia engulló cientos de actividades obligando a los autónomos y pequeñas pymes a hacer un parón. Aunque algunos fueron definitivos, para la gran mayoría fue un paréntesis a la espera de que se levantasen las restricciones impuestas por el COVID y empezase el camino hacia la normalidad, con un gasto de la clientela que permitiese hacer frente a las facturas acumuladas durante la crisis sanitaria. La del alquiler era una de las que se llevaba una buena parte de los ingresos.

En la antesala del verano, el bullicio vuelve a las calles que han visto de nuevo colas en los restaurantes o los escaparates con las ofertas que les esperan al otro lado del establecimiento de turno. Hace un año, los tentáculos del coronavirus golpeaban con fuerza y eran un total de 8.075 los locales comerciales vacíos en Galicia, un 70% más de lo que había en el circuito de comercialización para su venta o alquiler antes de que estallase el COVID. Hoy, en la antesala del verano, cuelgan el cartel de Se vende o Se alquila 6.350, un 21,4% menos que hace un año (un total de 1.725), según datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).

Esto ha provocado un encarecimiento de estos inmuebles en las ciudades, con las únicas excepciones de Ourense y Ferrol, según recoge el Informe de locales vacíos en el circuito de comercialización en arrendamiento que refleja que los comercios en alquiler descienden de manera generalizada en tres de las cuatro provincias.

En el primer semestre del año, se ha notado un fuerte movimiento en el circuito de comercialización con un descenso de casi el 10% de locales comerciales en venta o alquiler en Galicia. Al arranque del año eran un total de 7.025 los que estaban a la espera de un arrendatario. De los 6.350 que hay a día de hoy, la provincia de Ourense concentra el grueso, la única donde aumentan, (2.200 frente a los 2.100 que había en enero, un casi un 5% más), seguida A Coruña (2.100 frente a los 2.500 del arranque del año, un 16% menos), seguida de Pontevedra (1.700 frente a 1.950, un 13% menos) y finalmente Lugo (350 frente a 475, un 26% menos).

En las ciudades, la oferta también ha descendido en todas con la excepción de Ourense, donde se pasó de 1.300 negocios vacíos en enero a 1.350 en julio, con el correspondiente abaratamiento de 6,50 euros el metro cuadrado a 6,10 de la actualidad. Destaca el caso de Ferrol, donde la cifra de locales disponibles para arrendar ha bajado a 240 (-25), pero el precio también ha descendido de 4,50 euros por m2 a 4,20.

Las urbes restantes registraron una rebaja de la oferta y un aumento de los precios: en Vigo hay 975 locales en alquiler (-100 con respecto a enero) a 7,40 euros por m2; en A Coruña, 775 (-125) a 7,40 euros; en Santiago, 325 (-115) a 8 euros/m2; en Pontevedra, 200 (-70) a 7,10 euros/m2; y en Lugo, 200 (-40) a 5,50 euros/m2, según el informe de la patronal inmobiliaria.

“Constatamos una vez más una Galicia de dos velocidades. Unas áreas que avanzan y aglutinan el 80% de la oferta y demanda y que prácticamente se desarrollan en 40 ayuntamientos de los 313 actuales. Con lo cual la demanda en más de 270 ayuntamientos gallegos es reducida”, advierte el presidente de Fegein, Benito Iglesias.

Un otoño/invierno “adverso”

La recuperación en el parque de locales comerciales en alquiler solo se produce, según detalla Iglesias, en cinco de las siete grandes ciudades de Galicia. “Ourense y Ferrol siguen su declive económico y demográfico”, lamenta. “Todo ello —añade— a expensas del ciclo económico adverso que nos espera para este otoño/invierno. Por ello, los propietarios deben comprender que, si no se abarata el precio de los locales vacíos existentes, ante una oferta abundante como la actual, aumenta las posibilidades de que ese local o bajo quede vacío. Es la misma lectura del por qué Galicia tiene el mayor porcentaje de viviendas vacías (de toda España)”.

Un amplio porcentaje de emprendedores autónomos, apunta Iglesias, no son capaces de hacer frente al precio de los alquileres de los locales comerciales en las calles céntricas o semicéntricas, de las grandes ciudades, las únicas que le pueden a priori garantizar una viabilidad de su actividad económica.

Junto con el embate de la crisis, que ha obligado a echar el cierre en muchos negocios, la patronal inmobiliaria añade que la desaparición de las entidades bancarias en muchos ayuntamientos de menos de 3.000 habitantes ha dado la puntilla a la Galicia vaciada al disminuir notablemente la demanda de locales comerciales en estos municipios.

Pero no todos resistieron a la crisis del COVID. Durante el primer trimestre, aumentaron un 30% los traspasos en los sectores hostelería/restauración y comercio, según datos de Fegein. Desde la patronal inmobiliaria, advierten además que siguen al alza los conflictos por retrasos en los pagos del alquiler entre arrendadores y arrendatarios.

Mejor alquilar a menos precio, que tener el bajo vacío

3.000 euros al año. Es el gasto medio que acarrea la propiedad de un local comercial al propietario que tiene que hacer frente a los gastos de la comunidad, el IBI y el mantenimiento de los servicios de agua o luz. La patronal inmobiliaria aconseja tener un arrendamiento acorde al precio de mercado antes que tener un local vacío que solo origina gastos y deterioro. Fegein también hace un llamamiento a las distintas administraciones para que activen líneas de apoyo fiscales a arrendadores y arrendatarios en ayuntamientos de interior de menos de 5.000 habitantes al constatar en esas zonas —avisa— “gran dificultad de dinamizar una oferta estática así como una pérdida del valor patrimonial considerable”.

Al igual que en el mercado de la vivienda, del presidente de la patronal inmobiliaria advierte de que un alto porcentaje de municipios gallegos están quedando anclados en áreas cada vez más deshabitadas y carentes de atractivo alguno a la hora de invertir por nuevos emprendedores, donde el relevo generacional —lamenta— es mínimo al finalizar la actividad económica en curso con la jubilación o cierre de sus propietarios. En consecuencia, esta situación lleva a cada vez más bajos vacíos que no se vuelven a alquilar y que son cada vez más en los municipios del rural y que se ve agravado por el cierre masivo de oficinas bancarias que eran en muchos casos sostenes de actividades económicas.

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