Juan Padín, el patrón del Pitanxo, contradijo a otro de los tres supervivientes a la tragedia, Samuel Kwesi, asegurando que los marineros del buque “nunca” le pidieron que soltase el aparejo para evitar que se hundiese el barco. Así lo señaló el pasado 6 de junio en su declaración ante la Audiencia Nacional. Durante casi dos horas, en las que conservó una actitud tranquila y sin mostrar síntomas de nerviosismo, el capitán mantuvo su versión, subrayando que el motor del barco sufrió una parada repentina durante la recogida del aparejo (las redes que estaban capturando pescado), lo que provocó el hundimiento al quedar el barco a la deriva.

En este sentido, aseguró que Kwesi “miente” al decir que la causa del accidente fue un embarre del aparejo al fondo del mar, lo que según él habría producido una escora del buque y la entrada de agua y que posteriormente se pararía el motor.

Para desmentir las palabras de Samuel, Padín explicó que sí se engancharon las redes en el fondo (ocurre de forma habitual en las mareas), pero que fue una hora y media antes del naufragio, momento en el cual tanto él como los marineros estaban durmiendo. En ese instante, el que estaba encargado del barco lo llamó levantar y Padín fue a tratar de liberar las redes. Este proceso habría durado algo más de una hora y acabaría unos 15-20 minutos antes de que se hundiese el barco, según la declaración de Padín.

Para corroborar su versión, el capitán mostró cómo en la señal de localización que el barco envía a tierra cada ciertos minutos se ve cómo justo antes de la última señal, el buque sí estaba en movimiento, lo cual no podría ocurrir si el Pitanxo estuviese anclado al fondo del mar, informa Europa Press.