Galicia atraviesa una situación crítica por la falta de lluvias. La prolongada sequía amenaza ya las reservas de agua de la cuenca del Lérez, de donde se abastecen los concellos de Pontevedra, Poio, Marín, Sanxenxo, Bueu y Pontecaldelas. La Xunta decretó ayer en esta zona la prealerta por escasez de agua, tras desplomarse el caudal del río un 73% en solo 20 días. Esto implica un mayor control sobre los consumos de agua: los concellos tendrán que informar semanalmente a la Xunta y además deberán reducir baldeos de calles y riegos.
El nuevo Plan contra a Seca establece dos niveles de alertas. Una por falta de lluvias y otra cuando las reservas de agua no son suficientes para cumplir con la demanda. Hasta ahora la cuenca Galicia-Costa permanecía en alerta por escasez de precipitaciones, pero los embalses y ríos estaban llenos. Sin embargo, la sequía prolongada está ya empezando a pasar factura al Lérez y el abastecimiento de agua puede verse comprometido. De ahí, que la Xunta haya activado la prealerta por escasez de agua en esta cuenca.
En este río el caudal circulante se redujo de forma abrupta desde principios de mes pasando de un caudal de más de 3,7 metros cúbicos por segundo a escasamente 1 metro cúbico por segundo, lo que supone una reducción del 73% en menos de 20 días, situación que “puede comprometer el abastecimiento”, según informa la Consellería de Infraestruturas. En los primeros 15 días del mes las precipitaciones en Galicia fueron un 33% inferiores a la media.
De hecho, Ence se ha visto obligada ya a paralizar temporalmente la actividad de su fábrica en Pontevedra ante la bajada del caudal del río Lérez. Lo hace a petición de la Xunta que le alertó de la situación de escasez de agua. La suspensión de la actividad se prolongará hasta que se normalice el caudal del río.
Bajas reservas de agua
El problema es que a las bajas reservas de agua en esta cuenca se suma un aumento de la demanda en estas zonas debido al incremento de residentes en zonas de veraneo.
El alcalde de Caldas de Reis, Juan Manuel Rey, firmó un bando instando a la población a hacer “un uso responsable del agua” para evitar “indeseados cortes en el suministro”. De hecho, alertó de “consumos abusivos nocturnos de agua, probablemente para riego y piscinas que llegan a superar los 60 metros cúbicos por hora, una cifra altísima”.
La declaración de prealerta por escasez en la cuenca del Lérez obliga a la adopción de una serie de medidas fijadas en el Plan contra a Seca. Se incrementará la sensibilización y concienciación a la población, se intensificarán las acciones de vigilancia y control y se comprobará la operatividad de los planes municipales de emergencia. Además se controlará el ahorro en consumos municipales (baldeos de calles, riegos...) y en general cualquier uso no prioritario.
El presidente de la Xunta advirtió que la situación es “preocupante”. Por esta razón apeló al consumo de agua responsable porque si no llueve los 313 concellos de Galicia podrían entrar en “una situación muy complicada”.
