Renfe ya ha puesto números a la indemnización que va a pedir a Talgo por el retraso en la entrega de los trenes Avril: 116 millones de euros. Se trata de una cantidad importante para el fabricante ferroviario ya que supone el 20% de su facturación anual durante 2021.

La entrada en servicio de estos trenes en Galicia estaba prevista para este verano, lo que permitiría la circulación de trenes puros de alta velocidad más allá de Ourense y recortar las distancias de A Coruña y Vigo con Madrid. Pero las caídas de producción y las interferencias en la cadena de suministro tras el estallido de la pandemia, así como otros eventos geopolíticos, habrían impedido a Talgo entregar a tiempo el pedido.

A principios de julio, Renfe anunció la posibilidad de imponerle penalizaciones por el incumplimiento del contrato para la llegada de estos trenes a la comunidad gallega. Ayer cuantificó la indemnización.

Talgo tenía el compromiso de comenzar a facilitar las primeras unidades en enero de 2021. La empresa recibió la adjudicación para la construcción de 30 trenes de alta velocidad por valor de 786,5 millones. Quince de los convoyes son de ancho variable, únicos en su clase, que les permiten cambiar automáticamente el ancho de sus ejes para circular tanto por vía internacional como ibérica, con la particularidad de que son de alta velocidad puros.

Este sistema les permite circula entre Madrid y Ourense por ancho internacional —que es como está construido ese tramo— y al llegar a la ciudad de As Burgas, pasar al ancho ibérico, de forma que puede continuar, sin perder prestaciones de velocidad, hasta Santiago de Compostela, A Coruña o Vigo y acortar, por tanto, los trayectos con la Meseta.

Actualmente, los trenes AVE solo llegan hasta la ciudad de Ourense, con dos relaciones en cada sentido con Madrid, mientras que el recorrido por la red interior de la comunidad se realiza con Alvia, que cambian de ancho de vía, pero no son considerados de alta velocidad pura.

El retraso en la entrega de estos trenes ha hecho que Renfe haya tenido que redistribuir la flota existente, hasta que lleguen los nuevos que debe entregar Talgo. En la nueva línea de alta velocidad a Galicia, inaugurada en diciembre del año pasado, se esperaba la llegada de estos convoyes para este verano, lo que habría reducido los tiempos en 20 minutos una vez el tren llega a Ourense y prosigue al resto de ciudades gallegas.

En su momento, el Gobierno se enfrentó a las quejas que suscitó el diferente ancho de vía que existe hasta Ourense (estándar) y en el resto de la comunidad (ibérico), asegurando que en verano los Avril estarían disponibles.

Tras la inauguración de la línea, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ya se mostró cauta respecto al compromiso de Talgo por la evolución de las pruebas del tren, si bien prometió que haría “todo lo posible” para que en verano se pudiesen estrenar estas velocidades en Galicia, informa Europa Press.