Hasta el martes o el miércoles, en función de la zona, Galicia sufrirá los efectos de elevadas temperaturas. La Xunta ha declarado la situación de alerta de nivel 2 (naranja) para Pontevedra y Ourense, en ambos casos para la totalidad de la provincia, mientras que rebaja el nivel al 1 para los episodios de calor que afectarán a 33 concellos del interior de A Coruña y a catorce ubicados en la montaña lucense.

Las previsiones con las que trabaja el Ejecutivo gallego son que la ola de calor que afecta a Pontevedra se prolongue dos días y que remita en la jornada de mañana, mientras que Ourense, donde ayer los termómetros marcaban la máxima de la comunidad —41,6 grados en Leiro—, deberá esperar un día más, hasta el miércoles, para notar un alivio, según apuntan las estimaciones actuales. Asimismo, el Gobierno gallego activa el nivel amarillo, en principio hasta mañana, en el interior coruñés, esperando su remisión mañana, mientras que trabaja con la previsión de un día más en la montaña de Lugo.

Desde MeteoGalicia alegan que la presencia continuada de una masa de aire cálido sobre la Península originada en el norte de África unida al bloqueo ejercido por las altas presiones estacionarias que se extienden desde las Azores hasta el noroeste de la comunicad provocan un recalentamiento del aire, sobre todo en el sur de Galicia, de ahí la situación en Pontevedra y Ourense. En esta provincia se registraban ayer las temperaturas más extremas. Aparte de Leiro, en Arnoia se llegaron a medir 41,2 grados; en Ourense, 40,2, y en Castrelo de Miño —donde la Xunta da por controlado un incendio que ha calcinado 200 hectáreas— se alcanzaron los 39,9 grados.

MeteoGalicia prevé que mañana la barrera anticiclónica comience a debilitarse y no descarta que entre aire “algo más húmedo” que favorecerá nieblas en el litoral pontevedrés, de modo que alivie un poco el termómetro en esa área. Para el miércoles, se espera que la retirada del anticiclón favorezca la entrada de aire atlántico y descensos “generalizados” del mercurio.

La Consellería de Sanidade recuerda una serie de consejos que pueden ser “útiles” para estas jornadas, como beber más líquido del usual, sobre todo agua y zumos de fruta ligeramente fríos; evitar comidas copiosas y optar por frutas y verduras; usar ropa de tejidos naturales holgada y calzado cómodo y transpirable, gafas de sol, sombrero y crema protectora; o reducir la actividad exterior en las horas más calurosas, también en las playas.