La Opinión de A Coruña

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Galicia sufrió el julio más cálido de su historia con 28º de temperatura media

La ola de calor y unas precipitaciones un 66% por debajo de lo normal contribuyeron a alimentar los fuegos | Meteogalicia destaca la falta de lluvias en varias zonas

Un miembro de la UME trabaja, ayer, en la extinción del fuego que se originó en Boiro. | // CÉSAR ARXINA/E. PRESS

El planeta lanza cada poco tiempo avisos del impacto generado por el cambio climático. En Galicia, por ejemplo, la temperatura media creció 0,2 grados de media por década desde mediados de siglo y los expertos coinciden en que la principal consecuencia del calentamiento global radica en la aparición de fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. El otrora país de los mil ríos vive ahora sequías continuadas y bate registros máximos en el mercurio. El pasado mes ilustró la llegada de una nueva realidad. Galicia vivió el julio más cálido desde que existen registros y uno de los más secos de su historia.

Esta circunstancia contribuyó a la virulencia de los incendios forestales en la peor ola que afectó a la comunidad, con más de 35.000 hectáreas carbonizadas por las llamas. Sequía, calor y viento se unieron para formar un cóctel perfecto para la propagación del fuego, que en algunos casos fue causado por rayos y en otros, según la Xunta, por la mano del hombre, bien por imprudencias, bien por acciones intencionadas.

El informe climatológico elaborado por Meteogalicia acerca de julio revela que se trató de un mes “extremadamente cálido” en cuanto a temperaturas y “muy seco” en cuanto a precipitaciones.

En el primer caso, las cifras se sitúan 2,7º por encima de la media histórica para este mes, con una media de las máximas de 28,1º y de 18,4º para las mínimas, “destacando las anomalías de las máximas en el interior que llegan a superar los 5º en algunos puntos”, apunta Meteogalicia. Y es que lógicamente, existen grandes diferencias por territorios. En las riberas de los ríos Sil y Miño y Verín las máximas medidas llegaron a 36º, con picos de 44º. En Ferrol, por ejemplo, los valores fueron de 18,4º. A estas temperaturas récord contribuyó la ola de calor “histórica” entre los días que quemó la península entre los días 11 y 15.

Una barrera meteorológica ejerció de escudo contra el viento fresco del Atlántico. “Las altas presiones fueron absolutamente predominantes durante julio, impidiendo la llegada de influencias atlánticas y aportando masas de aire muy cálido procedentes del norte de África y del sur de la Península Ibérica”, explica Meteogalicia en su informe, publicado ayer.

En este contexto, la comunidad registró un 66% menos precipitaciones de lo que resulta habitual en un mes de julio. Se produjeron tormentas en algunos puntos, pero comarcas como la de Vigo y O Condado no vieron la lluvia durante todo el mes, mientras que el interior y sur de Lugo o la comarca da Limia en Ourense llegaron a acumular 82 litros por metro cuadrado.

El último julio tan seco fue el de 2020 y los registros de Meteogalicia reflejan una tendencia constante. Desde 2012, el promedio de precipitaciones en la comunidad se ha situado por debajo de la media en este mes.

El incendio de Boiro está estabilizado y otros tres ya están controlados

Las precipitaciones serán generalizadas a partir de mañana y el jueves

Tras cuatro días y gracias a los servicios de extinción y la niebla del domingo, Galicia ha logrado contener los fuegos todavía vivos. De siete, tres ya han sido apagados por completo, los de Ponte Caldelas, Caldas de Reis y Verín están controlados y el de Boiro, el más grave de este mes tras quemar 2.200 hectáreas, quedó estabilizado desde ayer al mediodía.

En este último trabajaban 10 técnicos, 90 agentes, 159 brigadas, 85 motobombas, 10 palas, 4 unidades técnicas de apoyo, 15 aviones y 12 helicópteros. Ya el domingo se desactivó la alerta de nivel 2 por cercanía a las casas, igual que en el de Ponte Caldelas, que quemó 380 hectáreas. También estaban controlados el de Caldas (450 hectáreas) y el de Verín (600).

El tiempo, que jugó en contra de la lucha de las llamas el pasado mes y el fin de semana, contribuirá a proteger el monte y las viviendas de las llamas a partir de mañana. 

Las temperaturas seguirán siendo elevadas hoy, con máximas en Ourense que rozarán los 40º, con 

A Coruña entre los 20 grados de mínima y los 28 de máxima. El nordés seguirá soplando fuerte, especialmente en A Coruña y el interior y norte de Lugo.

Pero mañana cambiará todo y aparecerá el agua, con lluvias que podrían producirse ya al final de la mañana en algunas zonas del interior de Ourense. En la ciudad de 

A Coruña, las lluvias se anuncian para la mañana del jueves. Mañana, el termómetro oscilará entre los 21 y los 29 grados. 

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló precisamente los “factores climatológicos” como causantes de la virulencia de los incendios de este verano en un año “particularmente seco”. “Tienen que ver seguro con, entre muchos otros, factores climatológicos, como el agua escasa, las temperaturas elevadas o las condiciones de riesgo extremo”, declaró en rueda de prensa, informa Europa Press.

Críticas de BNG y PSdeG

La cuestión generó debate político en Galicia. El diputado del Bloque Manuel Lourenzo acusó a la Xunta de convertir el monte en un “polvorín” con sus políticas porque los gallegos “no tienen un gen pirómano”, en alusión a que el Ejecutivo señala la intencionalidad como origen de los fuegos. Exigió mejoras laborales para un servicio de extinción “precarizado”.

En este punto incidió también la vicesecretaria xeral del PSdeG, Lara Méndez, que achacó a la “falta de gestión” de la Consellería de Medio Rural que en algunos concellos están creando ahora las brigadas antiincendios.

El diputado del PP Alberto Pazos reclamó mesura a la oposición y sostuvo que existe “una mano criminal” detrás de la mayoría de los fuegos de los últimos días.

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