El vano del viaducto de la A-6 en O Castro que aún permanecía en pie entre los dos que se habían derribado en el mes de junio pasado cayó finalmente ayer a mediodía, después de algo más de 48 horas de trabajos de “martilleo” para desmontarlo. Ahora, proseguirán las catas para determinar qué pasó en el viaducto en Pedrafita do Cebreiro.

Las previsiones iniciales del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) apuntaban a que la dovela que quedaba en pie se caería en un plazo máximo de tres días —y así ha sido— como resultado de la actuación que están llevando a cabo los operarios por medio de un robot a control remoto que pica el tablero en la superficie del lugar. Cuando pasaban solo unos minutos de las 13.00 horas, se derrumbó por su propio peso.

El desmontaje de este vano, contiguo a los dos que colapsaron el pasado verano, era una condición previa para arrancar los trabajos para reconstruir la vía, que conecta Galicia con la meseta. De forma alternativa, y para evitar que todo el tráfico de la A-6 en esta zona pase por el núcleo de Pedrafita, se ha establecido ya un desvío provisional, con el que se ha acortado el recorrido en 6,6 kilómetros. No obstante, el ministerio continúa trabajando para que un nuevo desvío esté operativo en otoño y permita agilizar más el tránsito con el paso de vehículos especiales.

Una vez realizado el desmontaje de este vano, el Ministerio de Transportes procederá a deshacer los pilares de este y a retirar los restos de la infraestructura vencida, de acuerdo con los procedimientos vigentes de gestión de residuos. Esos restos serán analizados para continuar con la investigación para determinar las causas que provocaron la caída.