La secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, ratificó ayer que los trenes Avril que permitirán reducir los tiempos de viaje desde A Coruña o Vigo a Madrid en 20 o 30 minutos no entrarán en funcionamiento este año aunque espera que “no se aleje mucho” de esa fecha y el retraso sea de “solo unos meses”. En las últimas semanas, Renfe ya había apremiado a Talgo a dar una calendario definitivo de la entrega de estos convoyes, pendientes de la homologación, ya que —advertían desde el operador ferroviario— se acumulan “20 meses de retraso”. Se trata de unos trenes que ya debían estar operativos en Galicia en enero del año pasado.

Durante su visita ayer a la comunidad gallega, la número dos de Transportes aseguró ser “transparente” respecto a los retrasos aunque están trabajando para que los trenes puedan funcionar “lo antes posible, en los próximos meses”.

Pardo de Vera sostuvo que la tardanza en la puesta en marcha de estos vehículos se debe a un problema inicial en el contrato de licitación que, a su juicio, fue “bastante deficiente”. El proceso se encuentra ahora en un proceso de homologación de unos trenes de rodadura desplazable para que puedan alcanzar los 330 kilómetros por hora por lo que se “requiere de unas pruebas de seguridad que son las que son” y que necesitan de un “control exhaustivo”. Según Pardo de Vera se trata de un “proceso complejísimo” pero desde su departamento están “haciendo todo lo que podemos”.

El próximo día 5 de octubre tendrá lugar una nueva reunión técnica con Talgo para abordar esta cuestión que urge solucionar “con independencia de las reclamaciones entre Renfe y Talgo en cuanto al contrato y las culpas”.