Galicia redobla su presión para lograr avances en el tren de Alta Velocidad entre Vigo y Oporto que debe estar listo en 2030. Un informe de la Xunta ha alertado del retraso de tres años que acumula ahora mismo la salida sur ferroviaria de la ciudad olívica y el trazado hasta la frontera, algo que impediría sincronizar los plazos con Portugal para la puesta en marcha del Eje Atlántico entre A Coruña y Lisboa en ese plazo.
El documento presentado en la reunión del Consello da Xunta tiene en cuenta los plazos “habituales” para las distintas etapas de estas obras, en las que se incluye el estudio informativo (15 meses), la información pública (6), la tramitación ambiental (24), la licitación y redacción de proyectos (21), la licitación y construcción de la infraestructura (4 años y medio) o el montaje de vía, tendido eléctrico, comunicaciones y pruebas de homologación que se prolongarían durante dos años y medio. Siguiendo el Informe sobre la Salida Sur de Vigo publicado en mayo de 2020, el retraso actual aplazaría hasta el 2033 el estreno comercial de la línea en el mejor de los casos.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, mostró su preocupación por al avance de una obra que “salvo que se aceleren muchísimo los trámites y cambien la planificación” un retraso mínimo de tres años respecto al ejecutivo luso. “Está bien reafirmar desde el Ministerio el compromiso inequívoco, pero los plazos y las consignaciones presupuestarias son las que son”, al calificar de “pírrica” la partida de 30.000 euros que en el 2023 finalizará el estudio en marcha. El informe insiste en el proyecto y los plazos presentados por Antonio Costa y su ministro Pedro Nuno Santos el 26 de septiembre. Y es que a pesar de no tener ni un solo kilómetro de Alta Velocidad en servicio el país vecino parece decidido a acometer, de una sola tacada, los 470 kilómetros que le permitirán conectar Braga, el aeropuerto de Francisco Sá Carneiro, Oporto, Aveiro, Coímbra, Leiría y Lisboa antes de que finalice esta década.
