A los contribuyentes les cambia la cara cuando les llega al banco o al buzón el importe de los impuestos a los que toca hacer frente. A modo de ejemplo, un vecino de A Coruña paga el recibo del IBI más caro de toda Galicia: una media de 358,5 euros, un 25% por encima del promedio en el conjunto de la comunidad (287,8), seguido por los ciudadanos de Santiago (353,1 euros) y Vigo (326,1). En el extremo opuesto, Ourense (211,4) y Lugo (241,6), las dos urbes gallegas que menos pagan por la contribución.
Lo que para los contribuyentes resultan facturas desorbitadas, expertos en Administración local todavía las ven alejadas de la realidad fiscal ya que —advierten— en Galicia se aplican unos tipos impositivos en el IBI urbano inferiores a la media nacional y los valores catastrales no han sido actualizados en más del 50% de los concellos desde hace al menos 20 años. En un informe publicado ayer, expertos de la Red Local de Administración Pública, Red Localis, urgen una mayor cooperación entre administraciones con el fin de poder actualizar de forma urgente los valores catastrales y, evitar de este modo, el “raquitismo fiscal” en las arcas municipales.
De las siete ciudades, Vigo es la que arrastra los valores catastrales más desfasados ya que no fueron actualizados desde el año 1990. Le siguen en el ranking, A Coruña con referencias del año 1997 y Lugo, de 1998. En el otro lado del mapa del Catastro está Santiago, donde fue revisado en 2010 y Ourense, en 2006, según recoge el informe de Red Localis.
Tal y como ya habían reclamado la semana pasada en un estudio sobre el impuesto de plusvalía municipal —un tributo de aplicación voluntaria, que en Galicia cobran 112 concellos—, los expertos de Red Localis llaman a realizar “urgentemente una revisión de los valores de los inmuebles para mejorar la capacidad fiscal” de los ayuntamientos gallegos, que en el 53% de los casos no han actualizado el Catastro en más de 20 años frente al 45% de la media nacional. En este documento, analizan el impacto en las arcas municipales gallegas del IBI, el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM).
Vigo, con 13,5 millones, y A Coruña, con 10,8 millones, son los dos municipios gallegos que más recaudan por el IAE. En cuanto al IVTM, también ayuntamientos de Vigo, con 14,9 millones, y A Coruña, con 11,1 millones, lideran la recaudación en la comunidad.
Los expertos concluyen que la actualización del Catastro permitiría detectar posibles bolsas de fraude y mejoraría la capacidad tributaria propia de la administración local gallega. En su informe, también apelan a una mayor participación de los gobiernos locales con relación a la actualización de los valores catastrales. “Esta labor exigiría un mayor grado de colaboración entre la Dirección General del Catastro (Ministerio de Hacienda y Función Pública) y los ayuntamientos”, urgen.
