Un perito: “Todo maquinista se desubica en algún momento; esto es algo conocido”

Miguel Yunquera, propuesto por la defensa de Garzón, sostiene que no iba desatendiendo la conducción y que Adif cometió una “irregularidad” en la señalización de la curva

Miguel Yunquera, ayer, a su llegada a la sede judicial. |   // XOÁN ÁLVAREZ

Miguel Yunquera, ayer, a su llegada a la sede judicial. | // XOÁN ÁLVAREZ / X. A. Taboada

X. A. Taboada

El proceso penal del juicio por el accidente del Alvia encara ya su parte final con la comparecencia de tres peritos propuestos por la defensa de Francisco Garzón, el conductor del tren descarrilado. Ayer declaró el primero de los tres, Miguel Yunquera, maquinista y ejecutivo del sindicato Semaf que participa en comisiones de seguridad y en investigación de siniestros ferroviarios. Como perito de parte, en su comparecencia cargó contra Adif, entre otras cosas, por su “irregular” señalización de la curva de Angrois o el “incorrecto” cuadro que determina las velocidades máximas a las que se puede circular por la línea.

Y obviamente, salió en defensa del maquinista procesado. Sostuvo que Garzón “no iba desatento” en la conducción, sino que había perdido la “conciencia situacional” y que él también, como maquinista, sufrió un despiste y se desubicó “durante 3 o 4 minutos” cuando conducía un cercanías en Barcelona. “Si le preguntamos a cualquier maquinista con experiencia lo más natural es que en algún momento pasara por esto. Es algo conocido en el mundo ferroviario”, aseguró durante una declaración que superó las cuatro horas y media.

En la sesión de ayer estaba presente, de nuevo, el exdirector de Seguridad en la Circulación de Adif Andrés Cortabitarte, que junto con el maquinista son los únicos procesados por el accidente que provocó la muerte de 80 personas y heridas a otras 145 en julio de 2013.

La intervención de Yunquera intentó suavizar la responsabilidad de Garzón desviando la atención sobre Renfe y, fundamentalmente, sobre Adif. De ahí que la Abogacía del Estado, que defiende al Administrador Ferroviario, protagonizara el interrogatorio más duro, cuestionando sus declaraciones y la experiencia de alguien que comenzó a trabajar como maquinista en Renfe en 2010 y que ahora es un sindicalista liberado.

“¿Cuál es la causa raíz del accidente?”, preguntó el abogado que le propuso como perito. “La falta de medidas de control ante un exceso de velocidad al llegar a la curva”, respondió Yunquera sin dudar.

Y esto fue así, a su entender, porque Adif cometió una “irregularidad” en la señalización al no indicar la proximidad de la curva. Según dijo, sí estaba obligada a hacerlo por el descenso brusco de velocidad, de 200 a 80 km/h, y además así lo establecía la normativa vigente. Esta señalización permitiría ubicarse mejor a los conductores y hubiera evitado el accidente. “Si hubiera señales, el maquinista las habría visto, porque ir en pérdida de conciencia situacional no significa que no vaya mirando la vía”, indicó.

Pero no solo eso, sino que apuntó otra manera de evitar el siniestro. Como los trenes se encontraban siempre en esa vía con un “semáforo” en verde que les indicaba paso libre por Angrois, Yunquera propuso “desenroscar” la bombilla para que los trenes se encontraran con una señal restrictiva. “Es una media habitual en otros sitios. Es viable, sencilla y barata. No requiere nada, solo llegar con una escalera, abrir y retirar la bombilla”, dijo.

Otra incorrección de Adif fue las velocidades máximas que estableció para circular en esa línea en dirección a Santiago porque estaban pensadas para usar ERTMS y no ASFA, que era el sistema utilizado por los Alvia y cuyo nivel de protección es muy inferior. “Adif inauguró la línea con carencias más que evidentes”, soltó, a lo que luego sumó, como otro error “injustificado” autorizar la desconexión del ERTMS.

“Conciencia situacional”

El perito sostuvo varias veces que Garzón no protagonizó una desatención prolongada de su labor por atender la llamada del interventor, tesis que sostiene Adif. “No iba desatendiendo la conducción”, dijo en un momento, ante lo que la jueza, con cierto asombro, intervino: “Perdón, perdón, ¿no iba desatento”. Yunquera aclaró entonces que iba con “pérdida de conciencia situacional”, ante lo que la magistrada soltó un “me está dando mucho miedo”, en alusión a que el maquinista no fue capaz de identificar ninguna señal que le ayudara a reubicarse.

Sobre Renfe, el perito resaltó la insuficiente formación y el hecho de hiciera prácticas por la vía paralela, pero no por la accidentada, así como que tampoco se le impartiera el “obligado” curso de reciclaje para reforzar el riesgo de Angrois. Y justificó también que los maquinistas no denunciaran por los cauces internos el peligro de la curva dado que ya lo había hecho un jefe y Renfe no le hizo caso. “Esto no va al peso, vas de notificar riesgos”, concluyó.

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