El refrán dice que A quien madruga, Dios le ayuda. Pues los pasajeros que ayer tomaron los trenes de primera hora en el Eje Atlántico (A Coruña-Vigo) y el AVE de Ourense llegaron tarde a sus trabajos o clases de la Universidad por retrasos en las conexiones de casi media hora. Desde Renfe aluden a “incidencias puntuales”, pero los afectados denuncian que no hay día en que no se ven afectados por los retrasos y ya presentaron varias quejas a distintas administraciones apelando a la puntualidad del servicio.
“La disculpa es una incidencia, otra más de la colección”, “Le llaman retrasos puntuales y nosotros sabemos que es diario para nuestra desgracia”. “Esto ya no tiene nombre”. Son algunas de las quejas manifestadas por los usuarios recurrentes que tuvieron que sumar entre 20 y 25 minutos más a su viaje en la línea con más demanda de Galicia.
Una de las incidencia se produjo en la infraestructura, en las vías dependientes de Adif, según apuntaron desde Renfe, en dos servicios dirección Vigo-Coruña (el de las 05.05 y las 06.40 horas) y uno A Coruña-Vigo (05.35 horas). La otra fue una “incidencia técnica” en el Avant A Coruña- Ourense, que por un problema en el tren que retrasó media hora el servicio de las 05.08 horas. Los usuarios habituales denuncian que, ante esta situación, no hay información alguna por parte de Renfe o Adif ni ninguna garantía de compensación. ”No están respondiendo como queríamos. Van a la contra del Gobierno y de la gente. Ni un tuit ni un SMS o un mail”, lamentan los pasajeros recurrentes.
“Esto —denuncian— nos supone broncas, angustias, problemas en los trabajos, dinero en reducción de jornadas, canguros o centros de día, taxis... Y no solo a los trabajadores, a los estudiantes, también”, relata una usuaria recurrente del Eje Atlántico.
A comienzos de año, usuarios recurrentes de Renfe, que a su vez forman parte de asociaciones como Media Distancia o Perder o tren, denunciaron ante la Junta Arbitral de Transportes de Galicia, órgano extrajudicial de la Xunta, retrasos continuos en las líneas de tren y falta de frecuencias. Como las más conflictivas, señalaron las horas puntas para ir y volver del trabajo. A la cita del pasado mes de enero no acudió ningún representante del operador ferroviario. Se limitaron a presentar unas alegaciones por escrito en las que culpan a Adif —responsable de la infraestructura— de los continuos retrasos en la línea más utilizada de la comunidad gallega. Los afectados están a la espera del laudo arbitral que deberán cumplir las partes.
Aunque Renfe tiene una política de devolución de entre el 25% y 50% del precio del billete en caso de retraso superior a 15 o 30 minutos, los pasajeros advierten de que ese reintegro no se cumple en muchas ocasiones. Entre otras cuestiones porque a veces en la propia aplicación, denuncian, “se maquillan” los retrasos.
A una pregunta por escrito a diputados gallegos del PP en el Congreso sobre las incidencias que afectan a la puntualidad en el servicio, Renfe contesta que “trabaja en todo momento con el objetivo de garantizar la calidad y la fiabilidad del servicio que ofrece”. En este sentido, “para minimizar la problemática” —reconoce el operador ferroviario—, Renfe ha planteado a Adif “la necesidad de establecer acciones de coordinación y se encuentra desarrollando un Plan de Mejora de la Puntualidad con la finalidad de disminuir los retrasos”.