Vacío de droga, cargado de incógnitas

‘El Poseidón’ fue reflotado 32 horas después de haber sido localizado y permanece en el muelle de O Xufre para que los investigadores puedan identificar a los responsables del alijo

A. G.

Más de 32 horas después de haber sido descubierto por un marinero, el narcosubmarino descansa en la dársena de O Xufre, en A Illa de Arousa, a la espera de que los agentes especializados accedan a su interior y realicen un minucioso registro de la nave que aporte pruebas para identificar a la organización. Con el nombre El Poseidón escrito a rotulador en la parte de babor de la proa, el narcosubmarino es casi igual al aparecido en Aldán en noviembre de 2019. Cuenta con 22 metros de eslora y una gran capacidad de almacenamiento, aunque los agentes se habrían encontrado con que estaba totalmente vacío cuando pudieron echar una ojeada a su interior. La embarcación descansará hasta hoy en A Illa, donde se le retirará todo el agua del interior y se procederá a realizar un registro minucioso por parte de los agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).

Vacío de droga, cargado de incógnitas

Vacío de droga, cargado de incógnitas / A. G.

Aunque sumamente importante para la investigación de las mafias que introducen ingentes cantidades de cocaína por las costas gallegas, lo cierto es que el submarino deja una serie de incógnitas que se tratarán de esclarecer en los próximos días.

La primera es su lugar de procedencia. Todo apunta a que su elaboración fue al otro lado del Atlántico, probablemente en un astillero clandestino de Brasil o Venezuela, antes de ser lanzado al mar en la desembocadura del Amazonas. La siguiente es la cantidad de droga que podría traer a bordo. Aunque todo son especulaciones, las similitudes con el narcosubmarino de Aldán hacen pensar que la cifra podría andar en torno a las tres o cuatro toneladas que habrían sido alijadas en los últimos días en las costas gallegas. También cuál ha sido la travesía de la embarcación, si realmente cruzó el Atlántico por sí misma o si fue acercada hasta las costas españolas antes de ser arrojado al mar para hacer unos centenares de millas.

Lo que tienen muy claro en la investigación es que, una vez cumplida su misión, el objetivo era hundirla en el fondo de la ría, donde el fango se encargaría de hacerla prácticamente indetectable. Sin embargo, en esas tareas de hundimiento, algo tuvo que salir mal, ya que el submarino acabaría aflorando de proa, permitiendo que fuese descubierto y ofreciéndole a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado un auténtico caramelo para tratar de localizar este tipo de embarcaciones, cuyo uso se estaría extendiendo cada vez más.

La investigación también se centra en determinar si existe algún vínculo con las planeadoras localizadas en playas de Ribeira hace tan solo unas semanas. Todo apunta a que estas embarcaciones tenían previsto salir a contactar con el submarino, la nave nodriza en la que viajaría la cocaína, antes de que tuviesen que ser abandonadas en las playas. Esa circunstancia habría frustrado una primera descarga, pero esta se habría realizado unos días después en algún punto de la ría de Arousa. El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, apuntaba en el muelle de A Illa que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado “estaban sobreaviso” de un alijo de droga “que podía entrar en Galicia”, por lo que ha abogado por darle a la investigación el “tiempo necesario para tratar de identificar a los responsables del mismo”.

A diferencia de la primera jornada, donde las condiciones meteorológicas no acompañaron en absoluto para reflotar la embarcación, el día de ayer fue perfecto para esas tareas. El Insuiña Rande comenzó con esos trabajos con las primeras luces del alba, removiendo el fango del fondo, donde se encontraba atrapada la popa del submarino. Sobre las 09.00 llegaron a la zona los submarinistas de la Guardia Civil y se comenzó a reflotar la embarcación insuflando aire. Poco a poco, la proa de la embarcación comenzó a ser visible desde tierra hasta que se consiguió estabilizarlo.

Sobre las 13.30 horas comenzó el traslado hacia el puerto de O Xufre para ser izado en el travel lift del Varadoiro. El viaje no estuvo exento de incidencias, ya que llegaron a romperse los cabos y fue necesario volver a enganchar el barco. Casi tres horas después llegaba a la dársena de A Illa enganchado al costado de babor del barco que le había rescatado. Allí fue izado y depositado en tierra a la espera de que los agentes especializados puedan acceder a su interior. Toda la operación resultó muy compleja debido a las dimensiones de la embarcación y a su particular estructura, como de calamar gigante, con una proa muy estilizada y una popa en la que se encuentran las hélices, el timón y el motor, así como las diferentes salidas de gases. El submarino está coronado por un pequeño puente, a través de cuyas ventanas los tripulantes podían guiarlo hacia el punto elegido.

La importancia del hallazgo se podía apreciar en la gran cantidad de agentes de Guardia Civil, Policía Nacional y Servicio de Vigilancia Aduanera presentes en el lugar. Ninguno de ellos quería perderse la presencia de El Poseidón, una nave construida en fibra de vidrio y en un color grisáceo para camuflarse tanto desde el mar como desde el aire. De hecho, los investigadores consideran una “auténtico golpe de suerte” que uno de estos narcosubmarinos haya podido caer en sus manos casi cuatro años después de que se localizase el de Aldán. Aunque es prácticamente igual que aquel, hay algunas diferencias a simple vista, la principal es que este tiene un sistema de tubajes distinto, en la zona exterior de popa.

El delegado del Gobierno ha destacado que el operativo ha durado 32 horas, desde el momento en que el narcosubmarino fue avistado —en la mañana del pasado lunes— hasta su reflotamiento, remolque e instalación en tierra, y ha subrayado que tanto Policía Nacional, como Guardia Civil y Vigilancia Aduanera tenían investigaciones “abiertas” sobre la posible entrada de droga en las costas gallegas.

Con todo, y a pesar de que “ya se estaba haciendo seguimiento”, el delegado ha admitido que a las fuerzas de seguridad les hubiese gustado que el operativo acabara con una “incautación”. En todo caso, ha trasladado su agradecimiento a todos los agentes que han participado en este operativo, y ha recordado que el “compromiso” del Gobierno en la lucha contra el narcotráfico está “bien claro” y las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen su “alerta vigente”.

Al respecto, ha recordado que, durante el año 2022, los diferentes operativos de lucha contra el tráfico de droga permitieron la incautación de 20 toneladas de cocaína, 11 toneladas de hachís y más de 600 detenciones. Entre ellas destacó actuaciones como los golpes a las diferentes redes de lancheros de la ría de Arousa que participaban tanto en la introducción de cocaína por las costas gallegas, como en el traslado de hachís desde Marruecos al litoral de Andalucía.

El vertido de aceite y gasóleo amenaza al marisco en Carril

Si algo permitió descubrir el narcosubmarino fue la enorme mancha de aceite y gasóleo que se encontraron varios marineros el lunes. Aunque Gardacostas y Salvamento Marítimo trataron de deshacerla por medios mecánicos en las inmedaciones del lugar donde se encontró la nave, todo apunta a que esos son los mismos restos que ayer llegaban a la playa de Compostela y la zona de Carril. La alerta saltaba sobre las 19.00 horas, cuando varias personas que paseaban por el paseo marítimo que une Vilagarcía con Carril detectaron un fuerte olor a gasóleo en la zona. Hasta allí se desplazaron efectivos de Emerxencias que, en coordinación con Salvamento Marítimo, comenzaron a realizar tareas de dispersión mecánica de la mancha. Esta tendría aproximadamente unas dimensiones de 500 metros cuadrados y llegó a situarse bastante cerca de la playa, lo que ha levantado la preocupación de los mariscadores de la zona que, tras la mortandad provocada por el agua dulce, ven amenazados sus bancos marisqueros por lo que parece una mancha de combustible procedente del narcosubmarino.

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